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UN EJEMPLO EN EL SABER ENVEJECER.

Casi siempre, al hablar o escribir sobre la vejez y el envejecimiento, se hace relacionándolo con una etapa de decrepitud, perdidas y menguas tanto en lo físico como en lo cognitivo y a pesar de ser obvio que algo hay de ello en el natural proceso de envejecimiento, no tenemos porque aceptar estas   menguas como único denominador común.

Don Enrique Pozón Lobato

Don Enrique Pozón Lobato

Por ello desde estas paginas de vejezyvida.com nos complace mostrar un nuevo ejemplo de envejecimiento activo capaz por si solo de poner en entredicho las capacidades cognitivas de muchos jóvenes.
En febrero del 2006 Don Enrique Pozón Lobato, de 74 años de edad, presentó  en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga su tesis doctoral Educación y Universidad en el marco de la cultura de las personas mayores , con la que consiguió su tercer doctorado. En el contenido del trabajo de investigación se destaca el significado del proceso del envejecimiento y sus rasgos culturales; el envejecimiento activo y sus directrices educacionales y la Universidad y la educación de las personas mayores, entre otros temas.
El nuevo doctor, que ya lo es también en Derecho y Veterinaria, tres doctorados en áreas tan distintas como las Ciencias de la Salud; las Ciencias Jurídicas y Ciencias Sociales, continúa sus trabajos de investigación en la Universidad de Málaga, provincia en donde reside desde la fecha de su jubilación como catedrático de Física–Química, después de una dilatada vida profesional en Córdoba dedicada a la promoción y gestión de centros de enseñanza desde los años 60, como el Seminario de Graduados Sociales (1964), hoy Escuela Universitaria de Relaciones Laborales de la Universidad y primer secretario y profesor tutor del centro asociado a la UNED.
Queremos pues desde aquí, felicitar al Profesor Enrique Pozón Lobato no solo por su gran ejemplo como nuevo Doctor en Ciencias de la Educación  si no también por el contenido de su tesis: «Educación y Universidad en el marco de la Cultura de las Personas Mayores», porque a buen seguro, será durante muchos años fuente de inspiración e información para aquellos que estamos empeñados en practicar, promocionar y divulgar el sublime arte del saber envejecer.

UN BUEN EJEMPLO DE VEJEZ ACTIVA.

En la vejez, más que en cualquier otra época de la vida, las personas nos hacemos diferentes los unos de los otros. Se dice que lo más diferente a un viejo, es otro viejo. Y con razón se dice que cada persona es un mundo y que no se puede comparar una persona con otra.

Pero lo que si es verdad, es que sin afán de comparaciones, muchas veces la forma de hacer o de enfocar la vida una persona, puede servir si no de ejemplo si de estimulo para muchas otras, tal es el caso de este onubense Manuel Domínguez Martínez, que el pasado mes de marzo se convirtió, a sus 93 años, en la persona de mayor edad en doctorarse en una universidad española. Obtuvo la calificación cum laude con su tesis doctoral realizada en la Universidad de Huelva: «Evolución socio-económica y educativa de España durante el siglo XX. La Historia desde su memoria y su experiencia». En nuestro autorretrato, realizamos un ejercicio de memoria en primera persona con un testigo excepcional del devenir histórico de nuestro país.

«CON LA VARA QUE MIDAS SERÁS MEDIDO»

abueloeconomico1 Hace tiempo leí un texto el cual más que grabado en mi mente me hizo reflexionar, pero sobre todo tomar conciencia de la importancia del testimonio que damos con nuestras acciones a quienes nos rodean, sobretodo a nuestros hijos. El texto decía mas o menos así:

Un día un señor ya grande solo, cansado, decidió buscar a su único hijo para irse a pasar sus últimos días de su vida con él y su familia, en busca de compañía, cariño y comprensión. El señor esperaba que su hijo lo recibiera con los brazos abiertos; el hijo al ver lo que deseaba el papá comenzó a decirle que en su casa no tenía lugar y espacio para él, así como tampoco lo aceptaría su familia.

Finalmente, el hijo aceptó que su padre se quedara en el cuarto de la servidumbre solo durante un tiempo. Éste llamo a su pequeño hijo de tan sólo ocho años de edad y le pidió que le trajera a su abuelo una vieja cobija. El niño tardaba demasiado, el padre subió para ver cual era el motivo de la tardanza del niño. Este pequeño estaba cortando la cobija en dos partes, el padre enfurecido le preguntó ¿por qué estas cortando en dos partes esa cobija? El niño respondió para guardarte la mitad de ella para que cuando tú seas viejo y vayas a mi casa ver en que lugar te pondré.

Un anciano, no debe ser una carga para los hijos, estamos conscientes que ya no cuentan con la misma capacidad, habilidad, y fuerza que un adulto o un niño pero siguen siendo seres humanos los cuales requieren de nuestro respeto, atención, cariño y comprensión.

No olvidemos que antes de tener o ser novio (a), esposo (a), hijo (a) tuvimos padres. Y que si somos lo que somos y seremos mañana es gracias a la educación, principios y valores que ellos mismos con su ejemplo nos inculcaron. Y que tarde o temprano nosotros también, llegaremos a la tercera edad.
Nadia Kabande Toledo