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¿Tener problemas de memoria es sinónimo de demencia?

memoriaAlgunas personas tienen trastornos de memoria como no recordar si han apagado el gas, si han cerrado la puerta, dónde han dejado ciertos objetos,… Las personas que sufren estas alteraciones, decimos que tienen Pérdida de Memoria Asociada a la Edad. Esta alteración no es una enfermedad, se da en una persona sana, sin enfermedades orgánicas ni psicológicas, y está comprobado que si estas personas realizan Programas de Entrenamiento de Memoria, donde se les enseña a practicar estrategias y técnicas, mejoran mucho los problemas de olvidos cotidianos que presentan. En la demencia se ve afectada la memoria de modo mucho más grave y además se alteran otras funciones corticales superiores que no se afectan en las personas normales: el lenguaje, el juicio, el cálculo, la orientación, el control emocional, etc.
Un estado intermedio entre los trastornos de la memoria por la edad y la Demencia es el Deterioro Cognitivo Leve o Ligero . Estas personas padecen ya una alteración importante de la memoria y algunas de ellas pueden padecer en el futuro una demencia.

Fuente: imserso

ANCIANOS: ¿DEMENCIA O DÉFICIT COGNITIVO?

demencia_senil_3En un artículo publicado en la revista Annals of Internal Medicine del 18 de Marzo de 2008, miembros del Duke University Medical Center (Durham, Carolina del Norte), se proponen valorar la prevalencia de la disminución de la capacidad cognitiva sin demencia en las personas con 71 y más años de edad.

La demencia afecta a la memoria y al pensamiento, hasta el punto de interferir en las actividades diarias normales. Aproximadamente 3,5 millones de norteamericanos mayores de 71 años padecen demencia.

Otras personas ancianas, con 71 o más años, pueden padecer de un déficit moderado de su capacidad cognitiva sin demencia: éste déficit cognitivo afecta a la atención, el lenguaje, el juicio, la memoria, la lectura o la escritura, aunque no interfiere gravemente las actividades necesarias para cotidiano vivir.

El estudio ha sido realizado en una población de ancianos con 71 o más años de edad, desde julio del 2001 a marzo del 2005. De los 1.770 individuos seleccionados en un principio, 856 completaron la evaluación inicial, y de 241 individuos seleccionados, 180 completaron un seguimiento entre 16 y 18 meses.

La evaluación comprendía pruebas psicológicas, exámenes neurológicos y valoración de la historia médica de cada participante, con el objetivo de llegar a uno de los siguientes diagnósticos:
1) capacidad cognitiva normal
2) déficit de la capacidad cognitiva sin demencia
3) demencia.

Los resultados fueron los siguientes: en los Estados Unidos, en el año 2002, una población aproximada de 5,4 millones de las personas (22,2%) con 71 o más años de edad padecían una disminución de su capacidad cognitiva sin demencia.

Dentro de los que padecían una disminución de la capacidad cognitiva que no alcanzaba el umbral de la demencia, los subtipos más prominentes fueron dos:
– Fase inicial de la enfermedad de Alzheimer (8,2%) o
– enfermedad vascular cerebral (5,7%).

Entre los participantes en el estudio que completaron el seguimiento hasta el año 2005, un 11,7% con déficit de la capacidad cognitiva progresó cada año hasta alcanzar la demencia, mientras que los subtipos con fase inicial de Alzheimer y enfermedad vascular cerebral progresaron hacia la demencia a tasas anuales del 17% y del 20%, respectivamente.

La tasa anual de muerte fue del 8% entre los que padecían el déficit de la capacidad cognitiva sin demencia y del 15% entre los que el déficit de la capacidad cognitiva se asociaba con enfermedades.

La conclusión es que el déficit de la capacidad cognitiva sin demencia, que no interfiere la actividad diaria normal, es más frecuente que la demencia en los Estados Unidos, afectando a un amplio segmento de la población a partir de los 71 años.

Fuente : Annals of Internal Medicine

DIETA PARA EVITAR DEMENCIA EN LA VEJEZ

alimentos_dieta_medit1 Un estudio científico realizado recientemente, ha desvelado muchas más evidencias a razón de que, una dieta sana y saludable, basada en frutas, verduras y pescado, reduciría la probabilidad de padecer demencia en la vejez (cambios en las capacidades adaptativas e intelectuales de la persona que pueden poner en peligro su autonomía individual y secundariamente su ajuste social).

Los resultados de las investigaciones han sido publicadas en la revista científica estadounidense Neurology, y afirma que la denominada como “dieta Mediterránea” actúa como defensora ante este tipo de enfermedad, al igual que los suplementos carotenos de largo término.

Principalmente, porque tanto la dieta en sí, como los carotenos, poseen gran cantidad de antioxidantes que protegen nuestro cerebro, haciéndolo más “resistente” y fuerte ante tal posible y supuesta eventualidad.

Unos datos a tener en cuenta

El estudio, ha demostrado que aquellas personas que comen pescado al menos una vez a la semana tienen un 40% de probabilidad menor de sufrir demencia, mientras que el consumo diario de frutas y verduras reduce el riesgo en un 35%.

Además, aquellos que consumían aceites omega-3, que se pueden encontrar en algunos tipos de aceites de cocina y pescado, tenían mucha menos propensión a desarrollar demencia en los siguientes cuatro años.

by Christian
viviendosanos.com