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CUIDADOS EN LA ATENCIÓN DE LOS PACIENTES DE EDAD.

curso-ancianosEl cuidado de los mayores exige una precaución pluridisciplinaria como controlar la dieta, el ejercicio, la vacunación y la administración de medicamentos en forma regular.

Es sabido que de la atención médica de las personas mayores forman parte, (dada la diversidad de síntomas), distintos especialistas de la salud, quienes muchas veces medican en base a la enfermedad a tratar, sin tener en cuenta la sumatoria de medicamentos que en las diversas visitas acumula el paciente.

Es por ello que para evitar la polifarmacia, el paciente debe contar con su médico de cabecera, quien debe regular y chequear su medicación de base a fin de que no se produzcan interacciones medicamentosas desagradables, secundarismos y/o acumulación de droga en sangre.

Asimismo, la toma de cada medicamento debe tener un orden horario, a veces en directa relación con las comidas, por ello se recomienda al personal a cargo del cuidado del paciente el uso de pastilleros con fecha y hora de la toma, a fin de evitar que en uno de los frecuentes descuidos u olvidos, se ingiera en más o en menos el mismo medicamento.

Además de regular la posología ( dosis), el médico de cabecera observará la forma de presentación del comprimido a tomar, ya que muchas veces los trastornos en la deglución impiden el cumplimiento fiel del tratamiento.

La dieta y el ejercicio deben ser parte del cuidado integral del paciente de edad. La calidad de los nutrientes, la presentación, la diversidad de gustos y olores, la condimentación y el respeto por las indicaciones médicas ante alguna patología ya declarada (diabetes, HTA, ateroesclerosis, gota, etcétera) son importantes. El ejercicio, que puede ser programado, deberá consistir en caminatas, evitando todo tipo de sobreexposición al esfuerzo.

Las consultas al médico de cabecera deberán ser regulares, y aún ante el mejor estado general no deben ser inferiores de tres al año. El chequeo médico con los controles de análisis clínicos y la posibilidad de efectuar radiografías deben tener una regularidad preventiva.

La vacunación, (entiéndase la indicada para esta edad), por ejemplo la gripe, comienza su campaña en el otoño y está indicada por las Instituciones oficiales, aunque siempre deben contar con la aprobación del médico.

La Pneumo 23 en los bronquiales crónicos y enfisematosos, previene la posibilidad de infecciones respiratorias y se recomienda para la gente mayor también en el comienzo del otoño.

La antitetánica, con una dosificación 0 – 1 – 12 meses, ofrece una inmunidad por 10 años, cosa valiosa para quienes están expuestos por incapacidad a accidentes domésticos, caídas, etcétera. En caso de viajes, las vacunas para el cólera y la fiebre amarilla podrán ser de requerimientos si se visita países endémicos.

Con respecto a la prevención de los accidentes en la vida cotidiana, generadores de caídas y/o traumatismos con consecuencias que pueden ser de gravedad, los factores como la iluminación ambiente, la disposición del mobiliario, la adaptación de camas y sanitarios a la altura óptima para el paciente, la utilización de calzado antideslizante, barrales de apoyo en pasillos y baños, así como la instrumentación de bastones o trípodes, constituyen un capítulo al que detalladamente le damos forma en una nota preliminar.

Cuidados básicos en la alimentación

Es indispensable tener en cuenta que las necesidades energéticas están disminuidas en la tercera edad. Se necesita el 50 por ciento de la energía y no más, y se dará en forma de carbohidratos. Los requerimientos de proteínas están aumentados.

Las necesidades de minerales, oligoelementos y vitaminas están incrementados. El calcio, hierro, vitamina C, deben ser ajustados así como algunos oligoelementos importantes en la vejez como: el selenio, el zinc, el iodo y el cromo .

Una buena dieta persigue estos objetivos:

1) Debe ser equilibrada, variada y agradable al gusto y al olfato.

2) No debe contener alimentos nocivos, debe ser completa y de fácil digestión.

3) Es necesario que sea de su aceptación.

4) Tiene que incluir una buena ingesta de líquidos.

5) Se deben reducir al máximo posible los condimentos.

En el caso de presencia de alguna patología, es necesario revisar la composición de la dieta para que, cubriendo las necesidades calórico – proteicas no se perjudique la evolución de la enfermedad. (Por ejemplo: reducir el colesterol en la ateromatosis; las grasas en las cardiopatías, los azúcares en las diabetes).

Hay que suplementar con fibras los casos de estreñimiento, diverticulosis, hemorroides, etcétera.

A la hora de programar las dietas, hay que tener en cuenta las interacciones fármaco – nutrientes en los pacientes.

Es conveniente estimular a la persona mayor  a realizar ejercicios programados para que le apetezca comer y al ingerir calorías las acompañe del resto de los nutrientes. Fuente: enplenitud

REFLEXIONES SOBRE LA VEJEZ

Ser mayor es quien tiene mucha edad; viejo es quien perdió la jovialidad.
La edad causa la degeneración de las células; la vejez produce el deterioro del espíritu.
Usted es mayor cuando se pregunta: ¿vale la pena? Usted es viejo cuando sin pensar, responde que no.
Usted es mayor cuando sueña; usted es viejo cuando apenas consigue dormir.
Usted es mayor cuando todavía aprende, usted es viejo cuando ya no enseña.
Usted es mayor cuando consigue hacer ejercicios; usted es viejo cuando la mayor parte de su tiempo lo pasa sentado o acostado.
Usted es mayor cuando el día que comienza es único; es viejo cuando todos los días son iguales.
Usted es mayor cuando en su agenda tiene proyectos y obligaciones para cumplir mañana, pasado o la semana que viene; es viejo cuando su agenda está en blanco y solo vive pensando en el ayer.
El mayor trata de renovarse cada día que comienza,
El viejo se detiene a pensar que ese puede ser el último de sus días y se deprime, porque mientras… el mayor pone la vista en el horizonte, donde el sol sale e ilumina sus esperanzas, el viejo tiene cataratas que miran las sombras del ayer.
En suma, el mayor puede tener la misma edad cronológica que el viejo, pues sus diferencias están en su espíritu o en su corazón.
¡¡¡Que todos vivan una larga vida y nunca lleguen a ser «VIEJOS»y el que está viejo… que aprenda a disfrutar como «MAYOR», cada minuto de su día!!!
Fuente:  Blog demayores.com

DEPORTE Y ENVEJECIMIENTO

Cambios fisiológicos y comportamentales asociados al envejecimiento
a. Cambios en el sistema músculo esquelético

deporte-terceraLa actividad física se reduce con la edad y constituye un indicador de salud. La reducción del repertorio motriz, junto a la lentitud de los reflejos y descenso del tono muscular en reposo, entre otros factores, provocan descoordinación y torpeza motriz.

La posición estática sufre alteraciones y desajustes: Aumenta la rigidez en la zona escapular y pélvica que dificulta muchos movimientos. La columna vertebral acusa la degeneración articular y de una cifosis dorsal favorecida por el desequilibrio y falta de tono muscular y vicios posturales. Esta cifosis dorsal acentúa la lordosis cervical y puede que lumbar para conservar el equilibrio.

A partir de los 35 años en mujeres y más tarde en hombres, se produce una pérdida ósea anual del 1% aproximadamente que hace los huesos más frágiles y propensos a la fractura.

Con el paso de los años disminuye el número y el tamaño de las fibras musculares, disminuyendo consecuentemente la fuerza haciéndose los mayores más propensos a la fatiga y a padecer lesiones musculares por sobreuso. También disminuyen la capacidad aeróbica, la fuerza muscular y la capacidad funcional general. La marcha se modifica y los pasos son más cortos, lentos y planos. Se levantan menos los pies del suelo y se pierde el balanceo de los brazos. Todo ello redunda en la pérdida de independencia y autonomía.

b. Cambios metabólicos, en el sistema cardiovascular y respiratorio

Con la edad disminuye el volumen sistólico, la frecuencia cardíaca máxima y el gasto cardíaco. Aumenta el tiempo de recuperación tras un esfuerzo de los valores en reposo de frecuencia cardíaca, tensión arterial, consumo de oxígeno y eliminación de dióxido de carbono.

Por otra parte aumentan la tensión arterial en reposo y el tamaño del miocardio.

Aumenta el volumen residual respiratorio y disminuye la capacidad vital, observándose que aunque aumente la frecuencia respiratoria con el ejercicio no se incrementa el volumen corriente. Disminuye el metabolismo basal, el VO2 máx. y la tolerancia a la glucosa, aumentando el porcentaje de grasa corporal.

c. Cambios en el sistema nervioso

Disminuye la velocidad de conducción nerviosa, aumentan los tiempos de reacción, umbral de percepción de muchos estímulos y déficits sensoriales. Se pierde el reflejo miotático y en general descienden la sensibilidad propioceptiva y táctil que afectan la pérdida de conciencia y del esquema corporal. Ello se refleja en la dificultad de localizar movimientos y el acompañamiento de sincinesias y dependencia de la vista.

Se producen alteraciones en la motricidad fina y los movimientos se hacen imprecisos. Aparecen sentimientos de desconfianza respecto de las propias posibilidades e inhibición de la independencia y autonomía.

Incidencia de un programa de ejercicio físico

Todas estas modificaciones son objeto de entrenamiento para evitar y/o posponer su aparición a través de ejercicios variados donde los estímulos lo sean también, incidiendo sobre audición, tacto, propiocepción, fomento del diálogo corporal de las personas mayores consigo mismas que les permita mejorar su esquema corporal, realizando movimientos inusuales y variados en condiciones que le merezcan seguridad y mejoren su equilibrio, control y estabilidad postural, eliminando sincinesias y paratonías, contribuyendo a que recobre seguridad en sí mismo mejorando su motricidad y capacitándole para sus quehaceres cotidianos así como para actividades de relación social que, en definitiva, mejoren su calidad de vida y salud física y mental.

Las enfermedades asociadas a la hipodinamia (obesidad, cardiopatía isquémica, diabetes, hipercolesterolemia e hipertensión), se ven agravadas por el sedentarismo y pueden ser tratadas con el ejercicio sin necesidad de recurrir a medicamentos. El ejercicio que desarrolla la fuerza y la resistencia disminuye la morbilidad y la mortalidad en las personas mayores.

La respuesta de las personas mayores es similar a la de los jóvenes en cuanto a capacidad aeróbica, resistencia y fuerza cuando los ejercicios son de intensidad baja y moderada, contribuyendo a mejorar dichas capacidades. Tengamos en cuenta que el Síndrome General de Adaptación evoluciona en tres etapas: Alarma, resistencia y agotamiento que se corresponden con tres fases de la vida: Niñez: Se manifiesta una escasa resistencia y exagerada reactividad a agresiones externas: Madurez; La resistencia y capacidad de adaptación ante el estrés son mayores: Vejez; Se produce la pérdida de adaptación como respuesta al estrés y la disminución de las defensas del organismo.

El entrenamiento adecuado de los abuelos deportistas mejora las funciones esenciales demorando el deterioro físico y dependencia de 10 a 15 años (Shepard). Ello quiere decir que los estímulos deben tener una intensidad adecuada a las posibilidades funcionales según Ley del Umbral, Principios De Todo o Nada y De Individualidad.

La autonomía de las personas mayores está íntimamente relacionada con su calidad de vida. El ejercicio es un protector y precursor de dicha autonomía y de los sistemas orgánicos que la condicionan, además de preservar y mejorar la movilidad y estabilidad articular y la potencia de las palancas musculoesqueléticas, que a su vez inciden beneficiosamente sobre la calidad del hueso, la postura, la conducta motriz, la autoimagen, concepto de sí mismo, etc… y en definitiva sobre la calidad de vida.

La inmovilidad e inactividad es el mejor agravante del envejecimiento y la incapacidad de tal forma que, lo que deja de realizarse, fruto del envejecimiento pronto será imposible realizarlo. El ejercicio físico puede instaurarse en los hábitos y estilo de vida de la persona mayor y a su través canalizar el ocio y contribuir a recuperar, conservar y mejorar la salud y calidad de vida.

Vries y Adams compararon los efectos del ejercicio y un conocido tranquilizante. El ejercicio proporcionó mayor alivio a la tensión muscular de sujetos crónicamente ansiosos de 52 a 70 años. Publicaciones médicas de USA reconocen el ejercicio como medio para combatir la depresión, irritabilidad e insomnio. Biegel atribuye al estilo de vida activo el beneficio de mejorar la forma física asociada al optimismo, autoimagen, autoconfianza, capacidad mental y adaptación social del adulto, que obviamente se optimiza cuando se realizan ejercicio físico regular en grupo.

Efectos de un programa de ejercicio físico

  • La mejora de la salud se materializa en los siguientes efectos:
  • Enlentece la involución cardiovascular -previniendo la arteriosclerosis-, la involución respiratoria y la involución endocrina (especialmente de las suprarrenales con la consiguiente mejoría de la adaptación y resistencia al estrés).
  • Es importante en la rehabilitación cardíaca y respiratoria comprobándose que la mortalidad posinfarto de miocardio se reduce un 20% entre quienes siguen programas deportivos.
  • El envejecimiento está relacionado con la producción de radicales libres y se evidencia en el plasma la disminución de glutatión (que protege a los tejidos de la acción deletérea de los radicales libres), el cual se encuentra incrementado en el plasma de los sujetos entrenados fruto de la actividad muscular.
  • Facilita la actividad articular y previene la osteoporosis y fracturas óseas. Se incrementa la absorción de calcio y potasio.
  • Aumenta la actividad enzimática oxidativa con la consiguiente mejora la utilización del oxígeno y metabolismo aeróbico de grasas y glucosa.
  • Mejora la movilización de sustratos energéticos.
  • Se pierde peso graso.
  • Reduce niveles plasmáticos de colesterol y triglicéridos y mejora los índices colesterol/HDL en sangre. Aumenta la tolerancia al esfuerzo por aumento de los umbrales aeróbico y anaeróbico.
  • Aumenta el volumen sistólico.
  • Aumenta el volumen de sangre (plasma y glóbulos rojos)
  • Mejora la capilarización muscular.
  • Aumenta el VO2 máx. y mejora el sistema respiratorio por mejora de la capacidad vital, aprovechamiento de la oferta de oxígeno e incremento de la ventilación, difusión y transporte de oxígeno.
  • Controla y reduce la tensión arterial en reposo y durante el esfuerzo.
  • Favorece el equilibrio neurovegetativo, sicofísico y la actividad psicointelectual.
  • Mejora el aspecto estético.
  • Estimula el optimismo, la vitalidad y la voluntad (favoreciendo la superación del tabaquismo y otros hábitos y adicciones insanas).
  • Contribuye a la integración socialAdjuntar una Imagen.
  • Mejora la calidad y disfrute de la vida.

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