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¿DIETA O EJERCICIO?

ejercicio_vejezLas últimas investigaciones sugieren que para los adultos mayores que quieren bajar de peso, el ejercicio podría ser incluso más importante que reducir las calorías.

Investigadores americanos han realizado un estudio con 34 adultos de entre 50 y 70 años, hallando que tanto quienes hacían dieta como quienes practicaban ejercicio reducían su peso. Pero los que realizaban actividad física perdían peso y mantenían la masa muscular, la fuerza y la aptitud física, mientras que en los que hacían sólo dieta disminuían todos esos parámetros.

Según publicó “Journal of Applied Physiology”,   el ejercicio resultó más beneficioso que hacer sólo dieta. «La pérdida de peso inducida por el ejercicio ofrece el beneficio adicional de mejorar el rendimiento físico», declara el autor principal del estudio, el Dr. Edward Weiss, de la Washington University School of Medicine en Saint Louis.

La masa muscular y la aptitud cardiovascular disminuyen de manera natural con la edad, por lo que es especialmente importante que los adultos mayores traten de preservar los niveles de fuerza y aptitud física a medida que bajan de peso.

Los participantes que se sometieron a dieta tuvieron reuniones semanales con un nutricionista para hablar sobre cómo modificar los hábitos alimentarios, mientras que los que hicieron ejercicio acudían a un entrenador todas las semanas. La pérdida de peso promedio en cada grupo fue casi idéntica (unos 7,70 kilos en un año). Pero mientras que los que hicieron dieta perdieron masa muscular, fuerza y resistencia, los que hicieron ejercicio las preservaron

Sin embargo, nada de eso significa que la dieta y la nutrición no son importantes, subrayaron los autores. La forma en que comemos es vital para la salud general y es clave para bajar de peso, incluso para las personas que hacen ejercicio.

ACTIVIDADES – V Ejercicios de manos y muñecas – PARA RESIDENCIAS.

Sentados todos los participantes en un semicírculo, después de saludarlos y una breve charla, explicaremos en que consisten los ejercicios y los objetivos que perseguimos.
Primer ejercicio: No es tan fácil como parece, por ello lo realizaremos a modo de juego a la vez que despertando toda la atención. Colocamos la mano derecha sobre la rodilla derecha, con la palma hacia abajo y la mano izquierda sobre la rodilla izquierda, con la palma hacia arriba. A partir de esta posición contaremos uno, dos y tres: Y giraremos las dos manos  al mismo tiempo (La derecha palma arriba y la izquierda palma abajo). Así sucesivamente  diez o doce veces, rectificando cada ves a los que se equivocan.
Segundo ejercicio: Con los antebrazos pegados al cuerpo, nos cogemos las manos entrelazando los dedos. Las manos deben quedar un poco por debajo de la barbilla. Sin mover los brazos, inclinamos las manos hacia la derecha primero y luego hacia la izquierda. Diez veces a cada lado.
Después de descansar, con los brazos y manos en la misma posición anterior; sin mover los brazos, giramos las manos hacia abajo y luego hacia el pecho, repitiendo el movimiento diez veces  en cada sentido.
Por último y después de descansar, colocamos brazos y manos en la misma posición e imprimimos a las manos, girando las  muñecas un sentido de rotación: derecha, abajo, izquierda y hacia el pecho. Hacemos diez giros hacia la derecha y diez hacia la izquierda.

Tercer ejercicio: (Contar con los dedos) Mostrando las palmas de ambas manos y siguiendo la voz del terapeuta, tocaremos el pulpejo del dedo pulgar con el del dedo índice, luego el pulgar con el dedo corazón, luego el pulgar con el dedo anular y finalmente el pulgar con el dedo meñique. Y así vamos repitiendo, con ambas manos a la vez, mientras el terapeuta va diciendo en voz alta: Índice, corazón, anular y meñique.
Después de una docena de repeticiones, invertiremos el sentido ordenando con la voz: meñique, anular, corazón e índice. (A veces resulta conveniente remarcar los nombres de cada dedo. Podemos hacerlo explicando un motivo para cada nombre, en tono de humor: Meñique porque es el pequeño, anular  porque ponemos el anillo, corazón porque esta en el medio, índice porque es el que indicamos o señalamos y pulgar porque se utilizaba para matar pulgas).
Cuarto ejercicio: Mostramos las manos con las palmas hacia abajo. Separamos los dedos entre si lo máximo posible durante tres segundos y cerramos el puño fuertemente durante diez segundos, para luego abrir la mano y relajarla. Repetimos  cinco veces.

Objetivos: Prevenir rigideces y bloqueos articulares en nuñecas y dedos de las manos. Mantener y mejorar la coordinación de movimientos y aumentar la independencia funcional.

Galdric Calderí  – Master en Gerontología Social.

ACTIVIDADES – V Activando la Atención – PARA RESIDENCIAS.

Suele ser normal, que la mayoría de los asistentes a las actividades  nos digan  que su memoria ha disminuido mucho o que la han perdido. Pero esto es verídico solo parcialmente. Por ello, para los ejercicios siguientes, es recomendable recordarles primero, que cuando los mayores decimos que hemos perdido la memoria, en realidad lo que más hemos perdido es la ATENCIÓN y alertarlos de que con los siguientes ejercicios  podremos comprobar como prestando atención a lo que se dice, tenemos muchas más posibilidades de recordarlo.
Para la actividad de hoy, tendremos de tener preparados algunos textos cortos que aparezcan  en cada uno, fechas y datos en un numero superior al de participantes. Suelen funcionar bien las biografías cortas de personajes famosos que les sean próximos a ellos: Franco, Charlot, Carrillo, Felipe Gonzáles, el Rey o la Reina…. o cuentos cortos populares, con una duración que su lectura no exceda los  tres minutos.
Primer ejercicio: Después de pedirles que presten toda su atención en escuchar lo que se va a leer, especialmente los datos (Año de nacimiento o de boda, numero de hijos, nombres, etc.) que irán apareciendo, empezamos la lectura. Esta será lenta, bien pronunciada y remarcando cada uno de los datos factibles de ser recordado.
Cuando terminamos la lectura, empezaremos a preguntar cosas sobre lo leído.
Esto podemos hacerlo de dos maneras diferentes:
–    Dirigiéndonos a cada uno con una pregunta concreta, sobre algo concreto: ¿dónde nació …?  ¿Cómo se llamaba…?
–    Pidiéndoles en general y a cada uno que diga  algún dato que recuerden.

Segundo ejercicio: En este caso se sustituye la lectura, por la propia narración de cada uno de los asistentes. El protagonista tendrá de decirnos tantos datos de su vida, como compañeros estén en el grupo: Donde nació, año, nombre del marido, numero de hijos, nombres, profesión, edad actual, etc.
Cuando termine, los demás deberán recordar cada uno, un mínimo de tres datos. Y pasamos a otro narrador.
Objetivos: Fomentar la atención y la concentración. Potenciar la memoria, prevenir la aparición y desarrollo de trastornos cognitivos y fomentar la comunicación verbal.

Galdric Calderí – Master en Gerontología Social.