Archivo de la etiqueta: dependencia

NUEVA LEY DE AYUDA A LA DEPENDENCIA

La Ley de Dependencia, que contó con el respaldo de empresarios, ley-dependenciagrsindicatos, movimiento asociativo de personas mayores y personas con discapacidad y una amplia mayoría de grupos políticos, ha creado un nuevo derecho de ciudadanía en España: el derecho de las personas que no se pueden valer por sí mismas (personas mayores y personas con discapacidad) a recibir atención por parte del Estado. La ley configura el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia como cuarto pilar del Estado del Bienestar en nuestro país, tras el Sistema Nacional de Salud, el Sistema Educativo y el sistema de pensiones, que fueron desarrollados en la década de los ochenta.

En España residen más de 1.125.000 personas dependientes, aunque esta cifra aumentará considerablemente en los próximos años, según las previsiones demográficas.

Hasta ahora, la atención que recibían estas personas recaía sobre todo en su familia y, muy especialmente, en las mujeres.

Con el Sistema de Dependencia, el Estado garantiza a las personas mayores y a las personas con discapacidad que no se puedan valer por sí mismas el acceso a los siguientes servicios sociales:

– Prevención de las situaciones de dependencia.
– Ayuda a domicilio.
– Teleasistencia.
– Centros de día y de noche.
– Plazas residenciales.
– Otras ayudas técnicas.

Además de prestaciones económicas; (vinculada a la contratación del servicio, por cuidados en el entorno familiar, de asistencia personalizada o de aseguramiento privado de dependencia).

El sistema contará además con una serie de centros estatales de referencia de atención a personas dependientes. En la actualidad, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales está construyendo el de Discapacidad Física en San Andrés del Rabanedo (León), el de Alzheimer en Salamanca, el de Enfermedades Raras en la ciudad de Burgos, o el de Trastorno Mental Grave en Valencia, entre otros.

El Gobierno financiará íntegramente la cobertura básica común para todo el Estado. Además, el Ejecutivo establecerá convenios con las Comunidades Autónomas para cofinanciar las prestaciones.

Los beneficiarios del Sistema participarán en la financiación del mismo en función de su capacidad económica de forma equilibrada y justa, teniendo en cuenta que ningún beneficiario dejará de recibir atención por falta de recursos.
La aportación concreta de los beneficiarios será establecida por el Gobierno y las Comunidades Autónomas en el Consejo Territorial.
Además de los beneficios sociales, la creación en España del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia supondrá una inversión eficiente, por su impacto social, económico y laboral.
De hecho, según el Libro Blanco de la Dependencia y el informe FEDEA, en 2015 se habrán creado cerca de 300.000 empleos, y el sistema habrá conllevado un impacto económico positivo del 0,28% del PIB.

Para cualquier información sobre los servicios de la Ley de Dependencia, se ha habilitado un teléfono de información al ciudadano: 900 40 60 80

Fuente: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales

POBLACIÓN Y ENVEJECIMIENTO

A continuación definiremos varios conceptos importantes a la hora de hablar de aspectos demográficos del envejecimiento.

longevidad1Porcentaje de población envejecida.

El porcentaje de población envejecida (por encima de 65 años) se ha ido incrementando desde mediados del siglo XX. En Julio del 2001 el 17% de la población española tenía más de 65 años, según los datos del INE, y se prevé que el 43% de la población tenga más de 60 años en el 2050.

Índice de envejecimiento de la población.
El índice de envejecimiento hace referencia a la razón entre la población mayor de 65 años y la población total, calculándose también respecto a la población menor de 15 años. Según los datos del INE, actualmente los mayores de 65 años superan a los menores de 15 años en más de un millón de personas. Se trata de un índice que ha ido aumentando progresivamente en los últimos años, y cuya tendencia es seguir subiendo. Esta situación es similar a la de los demás países europeos desarrollados y muy superior a la del resto de países del mundo. A dicho incremento contribuye no sólo el hecho de que las posibilidades de vida se hayan alargado considerablemente y exista cada vez mayor número de ancianos en todos los grupos etarios, sino también a la disminución en la natalidad que, en el caso de España, es una de la más baja del mundo.

Límite máximo de vida.
El límite máximo de vida es el número máximo de años que ha vivido algún individuo de una especie. Para la especie humana el potencial de supervivencia parece situarse en torno a 115 años, existiendo una persona que llegó a vivir 120 años.

Esperanza de vida, dependiente e independiente.
La esperanza de vida o expectativa de vida es el número de años que se calcula que el 50% de una población va a vivir a partir de cada edad exacta. Así ésta será diferente según se considere como punto de partida el nacimiento o la etapa adulta. En general, se estima que la esperanza de vida al nacer es de 83 años para las mujeres y de 78 años para los hombres. Además, deben considerarse otros dos conceptos importantes, los de «esperanza de vida independiente» y «esperanza de vida dependiente», según que el individuo en cuestión sea capaz de valerse por sí mismo o requiera de la ayuda de terceras personas. Hoy se sabe que, en España, la esperanza de vida de una persona a los 65 años es de unos 17-18 años, de los cuales alrededor de 9 (el 60%) serán de vida independiente, mientras que el otro 40% lo será de vida dependiente. El período de dependencia va aumentando a medida que la edad de referencia que se toma es más alta. Intentar reducir cada vez más este período de vida dependiente constituye uno de los grandes retos de la geriatría actual.

Longevidad
La longevidad se entiende como una característica de las personas que superan la expectativa de vida. Las personas longevas tienen una edad entre la expectativa media de vida de su población y el límite máximo de vida de la especie. En el caso de España se puede considerar longevo aquel que supera los 77 años. Mientras que el límite máximo de la vida no ha aumentado, la longevidad sí lo ha hecho. Es decir, la mejora de las condiciones de vida hace que más personas se aproximen al límite máximo de la vida. Así es que encontrar personas centenarias no es un hecho tan infrecuente hoy en día.

Ana Isabel Hormigo Sánchez y Mónica Ruiz Ruiz, Médicos Residentes de Geriatría. H. C. San Carlos. Madrid.

QUE ES… CUIDAR A UN FAMILIAR?

Cuidar es una situación que muchas personas a lo largo de sus vidas acaban
experimentando. cuidador1La experiencia de cada cuidador es única, ya que son muchos los aspectos que hacen que esta experiencia difiera de cuidador a cuidador.
El por qué se cuida, a quién se cuida, la relación previa con la persona
cuidada, la causa y el grado de la dependencia del familiar de edad avanzada, la ayuda que prestan otros miembros de la familia, las exigencias que se marquen los cuidadores, etc, son algunos de esos aspectos.

Sin enbargo existen características comunes a las situaciones de cuidado de
personas mayores:
·Proporcionar esta ayuda es una buena forma de que los mayores sientan que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas.
·Implica una dedicación importante de tiempo y energía.
·Conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables.
·Suele darse más de lo que se recibe.
·Es una actividad que, normalmente, no se ha previsto y para la que no se ha
sido previamente preparado.

Cuidar implica muchas y variadas actividades de prestación de ayuda. Aunque las áreas en las que se prestan cuidados y las tareas que implica dicha ayuda dependen de cada situación particular, muchas de las tareas habituales que implica la prestación de ayuda a una persona mayor dependiente son comunes a la mayoría de las situaciones de cuidado.

Asi, las tareas mas frecuentes de los cuidadores suelen ser:
·Ayuda en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.).
·Ayuda para el transporte fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al
médico).
·Ayuda para el desplazamiento en el interior del domicilio.
·Ayuda para la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.).
·Ayuda para la administración del dinero y los bienes.
·Supervisión en la toma de medicamentos.
·Colaboración en tareas de enfermería.
·Llamar por teléfono o visitar regularmente a la persona que se cuida.
·Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada).
·Ayuda para la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.
·Hacer muchas «pequeñas cosas» ( por ejemplo, llevarle un vaso de agua,
acercar la radio, etc.).

Cuidar a un familiar que depende de nuestra ayuda para satisfacer sus
necesidades puede ser una de las experiencias más conmovedoras y
satisfactorias.
Cuidar a otra persona puede hacer que en las numerosas tareas que ello
implica descubramos en nosotros mismos cualidades, aptitudes o talentos que, probablemente, de otra forma hubieran pasado desapercibidas. Asimismo, cuidar a otra persona puede hacer que establezcamos una relación más próxima con ella o con otros familiares y que descubramos en ellos facetas interesantes que hasta entonces habían permanecido ocultas para nosotros.
Una gran parte de los cuidadores, pese a posibles sinsabores, acaban
descubriendo la íntima satisfacción de ser útiles a sus familiares más
próximos.
También puede ser una de las experiencias más solitarias e ingratas. En
muchos casos, el cuidado es, al mismo tiempo, solitario, ingrato, conmovedor y satisfactorio.
Lo que es seguro es que cuidar a un familiar es una de las experiencias más
dignas y merecedoras de reconocimiento por parte de la sociedad.