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QUE ES… CUIDAR A UN FAMILIAR?

Cuidar es una situación que muchas personas a lo largo de sus vidas acaban
experimentando. cuidador1La experiencia de cada cuidador es única, ya que son muchos los aspectos que hacen que esta experiencia difiera de cuidador a cuidador.
El por qué se cuida, a quién se cuida, la relación previa con la persona
cuidada, la causa y el grado de la dependencia del familiar de edad avanzada, la ayuda que prestan otros miembros de la familia, las exigencias que se marquen los cuidadores, etc, son algunos de esos aspectos.

Sin enbargo existen características comunes a las situaciones de cuidado de
personas mayores:
·Proporcionar esta ayuda es una buena forma de que los mayores sientan que sus necesidades físicas, sociales y afectivas están resueltas.
·Implica una dedicación importante de tiempo y energía.
·Conlleva tareas que pueden no ser cómodas y agradables.
·Suele darse más de lo que se recibe.
·Es una actividad que, normalmente, no se ha previsto y para la que no se ha
sido previamente preparado.

Cuidar implica muchas y variadas actividades de prestación de ayuda. Aunque las áreas en las que se prestan cuidados y las tareas que implica dicha ayuda dependen de cada situación particular, muchas de las tareas habituales que implica la prestación de ayuda a una persona mayor dependiente son comunes a la mayoría de las situaciones de cuidado.

Asi, las tareas mas frecuentes de los cuidadores suelen ser:
·Ayuda en las actividades de la casa (cocinar, lavar, limpiar, planchar, etc.).
·Ayuda para el transporte fuera del domicilio (por ejemplo, acompañarle al
médico).
·Ayuda para el desplazamiento en el interior del domicilio.
·Ayuda para la higiene personal (peinarse, bañarse, etc.).
·Ayuda para la administración del dinero y los bienes.
·Supervisión en la toma de medicamentos.
·Colaboración en tareas de enfermería.
·Llamar por teléfono o visitar regularmente a la persona que se cuida.
·Resolver situaciones conflictivas derivadas del cuidado (por ejemplo, cuando se comporta de forma agitada).
·Ayuda para la comunicación con los demás cuando existen dificultades para expresarse.
·Hacer muchas «pequeñas cosas» ( por ejemplo, llevarle un vaso de agua,
acercar la radio, etc.).

Cuidar a un familiar que depende de nuestra ayuda para satisfacer sus
necesidades puede ser una de las experiencias más conmovedoras y
satisfactorias.
Cuidar a otra persona puede hacer que en las numerosas tareas que ello
implica descubramos en nosotros mismos cualidades, aptitudes o talentos que, probablemente, de otra forma hubieran pasado desapercibidas. Asimismo, cuidar a otra persona puede hacer que establezcamos una relación más próxima con ella o con otros familiares y que descubramos en ellos facetas interesantes que hasta entonces habían permanecido ocultas para nosotros.
Una gran parte de los cuidadores, pese a posibles sinsabores, acaban
descubriendo la íntima satisfacción de ser útiles a sus familiares más
próximos.
También puede ser una de las experiencias más solitarias e ingratas. En
muchos casos, el cuidado es, al mismo tiempo, solitario, ingrato, conmovedor y satisfactorio.
Lo que es seguro es que cuidar a un familiar es una de las experiencias más
dignas y merecedoras de reconocimiento por parte de la sociedad.