Archivo de la etiqueta: actividad

ACTIVIDADES – I Taller de abalorios – PARA RESIDENCIAS.

abaloriosPara esta actividades, necesitaremos de una mesa grande o  la posibilidad de juntar varias mesas de forma que podamos reunir el máximo de participantes alrededor de ella. De no ser posible reunirlos a todos en una sola mesa, lo haremos por grupos, homogéneos en sus capacidades manuales.

Iniciamos este grupo C de actividades con el “taller de abalorios” por ser de los más populares y porque con él podremos aclarar algunos errores que suelen cometerse muy a menudo, en este y otro tipo de talleres similares.

El taller en si, por si alguien no lo conoce, se trata de realizar collares, pulseras, pendientes o adornos, en un ejercicio de ensartar objetos en un cordón, cinta o goma.

Puede hacerse de libre creación de cada participante o a partir de la referencia de un modelo.

En mi experiencia profesional, he visto hacer este taller con todo tipo de materiales:

botones, macarrones o cualquier objeto con agujero para ser ensartado. No me cabe ninguna duda que con este tipo de materiales también se consiguen los objetivos de motricidad manual, pero es fácil comprender que si utilizamos materiales como cuencas de vidrio, madera, metal, esmaltadas y de colores, hilos, enganches, cierres y tenazas, que se pueden conseguir en tiendas especializadas a precios irrisorios, el resultado serán objetos (pulseras, collares, etc.) de una calidad de acabado digna para ser regalada a sus nietas o familiares, con lo cual, además de mantener y aumentar la destreza manual y la coordinación visual-manual, también lograremos el aumento de la autoestima y con la sensación de sentirse útiles, también potenciaremos su concentración y creatividad.

En este tipo de actividades, hay que evitar caer en el ambiente de “Guardería Infantil”.

Solo lograremos una buena interrelación de trabajo en equipo y una buena dinamización social del grupo, si los que está, en mejor estado cognitivo pueden sentir “su trabajo” como una cosa importante.

Galdric Calderí – Master en Gerontología Social.

ACTIVIDADES – III JUGANDO CON LAS PALABRAS – PARA RESIDENCIAS.

palabrasComo todas las actividades realizadas en grupo, si queremos obtener de ellas los máximas beneficios “colaterales”, además de los objetivos propios  de cada actividad, deberemos tener en cuenta tres cosas:
1.    Colocar  cada vez a los asistentes en lugares distintos,  cambiándoles los compañeros de al lado en cada jornada.
2.    Una vez sentados en el semicírculo, saludar a cada uno por su nombre con energía y buen humor y  repetir su nombre cada vez que nos dirijamos a un participante en concreto.
3.    No olvidar nunca que la actividad tiene que tener un marcado aspecto lúdico y esto implica entre otras cosas saber el momento justo en que es necesario cambiar de tema.
Aclarados estos consejos generales y validos para toda actividad grupal, pasemos a la actividad de hoy.
·    El juego consiste en aportar, inicialmente una letra y pedir a cada uno, que digan palabras que empiecen con esta letra: Palabras que empiecen con la letra B (Baltasar, Bastón, Barítono, Baloncesto, Burro…
·    Podemos subir el listón si  limitamos las respuestas: Cosas de comer que empiecen con la letra M (Manzana, membrillo, morcilla, mantequilla…
·    Si queremos complicarlo un poco mas podemos pedir: Palabras que empiecen con las letras (silaba) CAN (Canción, canica, cántaro, canario….
·    Cuando todo esto ya esta dominado, podemos pedir palabras que empiecen con las dos letras con que termina la palabra dicha por el participante anterior: Camisa, sábado, domino, novedad, administrador, organizar, articulo……
Para terminar podemos intentar que  se numerem con sus nombres propios por orden alfabético o en su defecto que diga cada uno el nombre de los compañeros que tiene a su lado.

Objetivos: Potenciar la memoria al tiempo que prevenir la aparición y desarrollo de trastornos de la misma. Favorecer el pensamiento y el razonamiento lógico.

Galderic Calderí – Master en Gerontología Social.

CÓMO HACER PARA DISFRUTAR DE LA TERCERA EDAD

tercera_edad

Hay que evitar el aislamiento y mantenerse en actividad

Mantenerse físicamente activo, alimentarse saludablemente, no fumar, evitar el estrés… La fórmula para disfrutar de una vejez plena y en salud parece sencilla, al menos en teoría. Pero en un mundo en el que la expectativa de vida de la población es cada vez mayor, y más aún en países como la Argentina, donde el proceso de envejecimiento tomará sólo décadas, la fórmula para disfrutar de la cada vez más extensa llamada tercera edad ya no es sólo individual.

Por primera vez en la historia de la humanidad, en algún momento de los próximos diez años habrá más personas mayores de 65 años que menores de 5 años. Y mientras los países desarrollados verán que su población mayor de 65 años se incrementará un 50% de aquí a 2030, se espera que en los países en vías de desarrollo ese aumento sea del 140 por ciento.

“El problema del envejecimiento es que se nos va a venir encima muy rápido en los países en desarrollo. En Europa, la población tardó 100 años en envejecer; acá, eso se va a demorar 20, 25, 30 años, y no vamos a tener todo el tiempo que tuvieron los países desarrollados para prepararse para los problemas del envejecimiento», dijo a LA NACION Alberto Palloni, investigador chileno, actualmente en la Universidad de Wisconsin en Madison, Estados Unidos, donde dirige estudios sobre envejecimiento en América latina.

«El envejecimiento poblacional se produjo en los países desarrollados como resultado del crecimiento económico y del bienestar social -dijo Silvia Gascón, directora de la maestría en Gestión de Servicios en Gerontología del Instituto Universitario ISalud-. En cambio, en nuestros países estamos envejeciendo en situación de pobreza y con redes sociales que no están del todo consolidadas».

«Hay un montón de tecnologías que nos falta desarrollar para envejecer bien, desde el cuidado domiciliario o la atención en hogares de día y de noche, hasta la teleasistencia o las residencias de mayores -agregó Gascón-. El problema es que en nuestros países van a coexistir las enfermedades crónicas con las agudas, y los recursos de un ministerio de salud van a estar en tensión entre el dengue y las enfermedades cardiovasculares.»

Ahorrar en salud
«El envejecimiento de la población no es sólo resultado de una cada vez mayor expectativa de vida al nacer, sino también de una mejora en la expectativa de vida de las personas mayores de 65 años», comentó a LA NACION el doctor Richard Suzman, director del Programa de Investigación Comportamental y Social del Instituto Nacional del Envejecimiento (NIA, según sus siglas en ingles), de los Estados Unidos.

«Pero más importante que la expectativa de vida -agregó Suzman- es lo que llamamos expectativa de salud o vida libre de discapacidad.» Esto es: esos años extras libres de enfermedades que condicionen la calidad de vida de la persona. Aunque se espera que la expectativa de vida después de los 65 años siga en aumento, no se puede decir lo mismo de la expectativa de vida libre de discapacidad.

«Hoy existe una gran preocupación en los Estados Unidos por las generaciones más jóvenes, debido al aumento de las tasas de obesidad y de diabetes -comentó Suzman-. Aunque la expectativa de vida se cree que seguirá creciendo, esto [la epidemia de obesidad y sus afecciones asociadas] afectará la expectativa de vida libre de discapacidad.»

Los países en desarrollo, como la Argentina, que todavía no se han librado del peso de las enfermedades infecciosas, no están ajenos al avance de las enfermedades no transmisibles, como la obesidad, la diabetes y las afecciones cardiovasculares. Un informe del Banco Mundial estima que las afecciones crónicas pasarán de representar el 44% de las causas de enfermedad al 54% en las próximas dos décadas.

«Por eso es tan importante hacer hincapié en la prevención y la promoción de la salud. Así como uno ahorra plata cuando es joven para cuando sea viejo, uno tiene que ahorrar también salud -señaló Gascón-. Si uno tiene hábitos de vida saludables durante la juventud y la adultez, es más probable que disfrute de una vejez libre de discapacidad.» ¿Qué entendemos por hábitos de vida saludables?

«Evitar el sedentarismo (caminar al menos 40 minutos todos los días), llevar hábitos de alimentación saludables (reducir el consumo de grasas y elevar el de frutas y vegetales, y en las mujeres consumir calcio para prevenir la osteoporosis), no fumar y reducir el consumo de alcohol, principalmente -enumeró Gascón-. Y después, está todo lo psicosocial.»

Evitar el aislamiento
«Hoy hay una toma de conciencia de que gran parte de nuestra salud [en la vejez] está determinada por comportamientos individuales, pero también por factores sociales», señaló Suzman, que visitó recientemente la Argentina para analizar la posibilidad de llevar adelante aquí un estudio longitudinal sobre envejecimiento, en colaboración con sus colegas de ISalud.

«Está comprobado que las redes de apoyo, sobre todo las de amigos, permiten mejorar la calidad de vida y la cantidad de años de vida. Por eso, evitar el aislamiento y encontrar espacios para compartir con otros es fundamental», afirmó Gascón.

Sin embargo, el creciente aislamiento parece ser una constante en las personas mayores: «Hay una tendencia a que las personas mayores vivan solas -agregó Gascón-; hoy en la Argentina el 50% de los hogares unipersonales son de adultos mayores.»

Y para muchas de esas personas la vida transcurre en espacios cada vez más acotados, que a veces se reducen al barrio, cuando no a la casa.

«Un estudio que realizamos en La Plata revela que las ciudades son muy poco amigables con las personas mayores. No sólo por la falta de infraestructura adecuada de los edificios públicos, sino también en los edificios privados y en los medios de transporte público.»

«Construimos edificios y casas como si toda la vida fuéramos a ser jóvenes -continuó Gascón-. Por otro lado, nuestro estudio mostró que las personas de más de 75 años, que no tienen dinero para tomar taxis o remises, no pueden salir de su barrio.» Aquí lo que pesa no es [sólo] la inseguridad, sino lo poco preparados que están los trasportes públicos para las personas mayores.

«Además de evitar el aislamiento -insistió Gascón-, para vivir una vejez digna es fundamental sentirse respetado, sentir que uno sigue contribuyendo a la sociedad a la que pertenece. Y eso puede pasar tanto por encargarse de los nietos como de participar de un proyecto político.»

Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION

http://weblog.maimonides.edu/gerontologia