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SER GAY EN LA TERCERA EDAD

Los ancianos homosexuales sufren una doble discriminación por ser gays, para los que son homófobos, y por ser viejos dentro del mismo mundo gay que los trato con desprecio o destinterés.

imagesEnfrentar la vejez es un proceso difícil para cualquier persona, pero ¿qué sucede cuando quien se enfrenta a la vejez es homosexual? Para las personas que se enfrentan a la tercera edad resulta difícil adecuarse a nuevas circunstancias, demandando nuevas atenciones y servicios que no siempre se satisfacen adecuadamente. Se están dando cuenta de que dentro del mundo gay, la nueva identidad (comercial) los deja fuera. El mercado (gay) y los medios de comunicación, junto con la complicidad de la sociedad los excluyen.

En la nueva identidad gay no caben los viejos: solo los jóvenes (aunque no todos) «Dentro del ambiente hay discriminación por ser mayor, por pesar más kilos de los que indica la norma estética, sino vistes de una forma determinada, etc, dentro del ambiente esta discriminado todo aquello que salga de un cliché que es la identidad de las muchas maneras que hay de vivir la homosexualidad».

Los ancianos homosexuales sufren una doble discriminación por ser gays, para los que son homófobos, y por ser viejos dentro del mismo mundo gay que los trata con desprecio o desinterés

En algunas ciudades como Barcelona se crearon grupos de apoyo para personas gays de la tercera edad sin mucho éxito ¿Si no se obtuvieron los resultados esperados en sociedades con una trayectoria mayor en cuanto al desarrollo del ambiente gay, que oportunidades hay para organismos como este en Guadalajara? ¿Cuál es la postura y oportunidades para quienes viven esta realidad aquí?

En otros países como Holanda, Alemania Gran Bretaña o Estados Unidos existen asociaciones gays para gente mayor SAGE en Nueva York, formada por gente mayor y otros que se preocupan por estos temas, es precisamente en Estados Unidos donde se han realizado los primeros estudios sobre homosexualidad y tercera edad.

Es necesario un estudio para descubrir las necesidades de este sector en nuestra ciudad, pero ¿Quién desea invertir en ello? ¿Será este mercado un sector tan atractivo como ha resultado el mercado gay en general? Cómo base se puede decir que si los estudios al respecto sobre las personas de la tercera edad en general son escasos, ¿qué podemos esperar de uno especializado en homosexuales de la tercera edad?

Tener un grupo de amigos, un lugar para reunirse con sus contemporáneos, sitios que los incluyan ofreciendo servicios dirigidos específicamente para ellos, son opciones que no estan tomadas en cuenta del todo, podemos encontrar por ejemplo saunas llenas de personas de la tercera edad porque no tienen otro lugar donde reunirse y donde buscar contacto sexual el cual se vuelve precario conforme se avanza con la edad por estar fuera de los gustos generales de cuerpos delgados y musculosos que muestren juventud y fuerza, puede entonces pensarse que si tienes mas de 45 años ya estas fuera del mercado sexual, cuando de forma natural la fortaleza física comienza a minarse y todo cambia de forma. Es cuando se busca la forma de satisfacer necesidades sexuales llegando a ser unos de los principales consumidores de la prostitución, ya que si llegas a los 45 años y no tienes pareja puede resultar un tanto más complicado conseguir una, y formalizar una relación duradera que te apoye en esta etapa.

¿Qué sucede si no estamos bajo el amparo de una pareja? ¿Si nuestra familia muestra indiferencia a lo que nos suceda? No todos podremos tener el privilegio de tener una relación duradera, si hablamos de cuanto tiempo dura una relación homosexual tal vez podamos guiarnos por alguna estadística que incluso sea desalentadora, el hecho es que si para cuando llegue el momento tan temido de darnos cuenta que la vigorosa juventud dejo de estar presentes en nuestra vida seguramente estaríamos mejor si tuviésemos una pareja a nuestro lado. El hecho de mantener una relación durante muchos años es una tarea y una elección muy singular, podemos en su momento decidir quien o quienes queremos en nuestras vidas como pareja o como amigo pero no de nuestras familias, siempre hemos sabido quienes son, como piensan, que hacen y si llevamos una buena relación con ella también. Saber si podemos contar con el apoyo de nuestra familia será un aliciente para cuando ese momento llegue y que la falta de atenciones, servicios e interés por parte de la sociedad nos golpeé.

Conceptos como «La familia no biológica» entran al tema y nos preguntamos ¿son estas las familias gay? Las relaciones amistosas que se cultivan al paso de los años se vuelven las seres mas cercanos a nuestra persona que pueden incluso crearse lazos tan fuertes como quienes son nuestra familia biológica, y una prueba de ello la podemos ver en el apoyo que reciben personas  de quienes son sus amigos verdaderos una muestra de solidaridad frente al individualismo que tanto se critica en la homosexualidad y que además es una constante en las sociedades modernas.

Buscar apoyo, y trabajar en construir nuestras propias opciones para cuando el momento llegue, por el momento podemos apoyarlos no excluyendo, no discriminando porque nosotros mismo hemos sufrido descriminación.

Por Ricardo Castro,

Fuente: http://www.gaygdl.com

A CUALQUIER EDAD SE PUEDE AMAR

amor-1Los que critican que exista gran diferencia de edad en una pareja cargan tantos prejuicios como faltas de información. El amor y la sexualidad cambian según los años, pero el deseo, por suerte, no muere nunca.

El mundo se hizo eco de una noticia que resultó impactante, a punto tal que uno de los buscadores de Internet registró, en un solo día, 5.130 entradas sobre el tema.

¿Cuál era? Que Arthur Miller, actualmente de 89 años, se casaría con Agnes Bartley, de 34, con quien, por otra parte, convive desde hace dos años. Cincuenta y cinco años de diferencia en cuestiones del amor parecen producir incomodidades, cuando no abierta desconfianza o rechazo.

Un conocido periodista local me entrevistó en su programa de radio y, a toda costa, quería que yo reafirmara su idea de que la atracción de las mujeres jóvenes hacia los viejos se debía solamente a cuestiones económicas, cosa que cuando yo era chico le escuchaba decir a mis abuelos y a mis tíos.

Me parece ésta una buena oportunidad para despejar algunas incógnitas, fuertemente arraigadas en el imaginario popular, sobre el amor, la sexualidad y la vejez y que, al mismo tiempo, despejar dudas nos permita la posibilidad de un mayor disfrute en nuestros años por venir.

En primer lugar, sabemos que las investigaciones gerontológicas actuales señalan que la edad a la cual se aplica el término viejo es totalmente arbitraria y sujeta a distintas interpretaciones y que sólo tiene un correlato verdadero como una sensación individual subjetiva. Por lo tanto, estos estudios establecen muy adecuadamente que la edad cronológica, como una variable independiente, no es un concepto utilizable ni en la investigación ni en la educación y que sólo sirve a los efectos de establecer referencias estadísticas.

Para enseñar, para proveer servicios, para delinear políticas públicas y para juzgar conductas privadas es conveniente utilizar, en su lugar, el concepto de curso vital como una totalidad que nos permita ver nuestras vidas como un proceso de cambio continuo desde la infancia hasta la vejez.
De esta manera, si pretendemos entender la noticia que estamos comentando centrándonos exclusivamente en los años que tiene Arthur Miller, o su pareja, o en la diferencia de edad que hay entre ellos, cometeríamos un grueso error de sobresimplificación y nos perderíamos entender las motivaciones que llevan a que dos personas, adultas y saludables, se sientan atraídas a los efectos de convivir juntos durante por lo menos dos años, como en este caso.

En segundo lugar, aparece el tema de cómo pueden ser las relaciones sexuales entre personas con tanta diferencia de edad, habida cuenta de que el imaginario popular considera a los viejos bien como asexuados, bien como viejos verdes, si expresan sus deseos.

En la vida humana hay conductas donde la obtención del placer depende exclusivamente del funcionamiento de los órganos genitales; a esto lo llamamos genitalidad. Pero hay otra serie de excitaciones, enraizadas en la infancia —por ejemplo, el tocar y ser tocado, el acariciar y ser acariciado, cierta forma de mirar y ser mirado, el buscar y ser buscado, la intimidad, la comprensión— que producen un placer que no puede reducirse a la simple satisfacción de una necesidad fisiológica primaria.

Estas formas eróticas pueden estar presentes o no en la actividad meramente genital. De esta forma, la genitalidad queda subsumida en el movimiento más abarcativo de la sexualidad de la cual sólo será un representante, pero no el único. Así definida, la sexualidad no tiene límite de edad para su exteriorización: desde el nacimiento hasta nuestra muerte siempre estará con nosotros. Podrán variar sus manifestaciones, pero sólo eso; podrá aumentar, disminuir, desplazarse, dando contenido a infinidad de conductas que, para un observador no advertido, podrían pasar desapercibidas o llevarlo a pensar que nada tienen que ver con ella.

Ya sea que se busque la descarga de tensión, o el placer con el otro, o una afirmación narcisista de sí mismo o todos estos fines al mismo tiempo, la dialéctica del deseo no se interrumpe nunca; sólo la represión, interna o cultural, la distorsiona de manera nefasta produciendo no sólo los graves trastornos que vemos diariamente en los viejos privados del deseo de desear, sino también nuestras absurdas creencias prejuiciosas sobre ellos.
Los individuos que soportan una disminución o desaparición de sus funciones genitales no por eso son asexuados y deberán realizar su sexualidad a pesar de estas limitaciones. Justamente, éste es el problema del viejo.

Por último, no sabemos si Arthur Miller tiene dinero, pero sí sabemos que tiene un enorme prestigio como hombre público que ha conseguido a través de su larga y exitosa carrera como dramaturgo, y que este prestigio tiene una decisiva importancia como atractivo sexual secundario para muchos sujetos.
Hay que agradecer a todos los Arthur Miller del mundo que nos dan el ejemplo de que a cualquier edad se puede amar y ser amado y a todas las Agnes Bartley por permitirse compartir este destino.

Leopoldo Salvarezza .Profesor de Psicología (UBA)
Fuente: Clarín

¿EXISTE EL SEXO DESPUÉS DE LOS 65?

Mudanzas naturales del sexo en la edad madura
Según la Organización Mundial de Salud (OMS), la 3ª edad comienza a partir sexo-65de los 65 años de edad. Varias transformaciones van siendo sufridas por el cuerpo, acompañadas de una maduración emocional, de acuerdo con las potencialidades de cada un. La vida sexual, como ya era de esperarse también sufre algunas alteraciones, tal como su expresión. Pero ella existe hasta los últimos días de una persona.

Para comprender lo que muda con la edad, revisemos rápidamente el ciclo de la respuesta Sexual Humana. En la década de 60, algunos pesquisidores como Masters y Johnson estudiaran las modificaciones durante el acto sexual. Denominaran Ciclo de la Respuesta Sexual Humana el conjunto de alteraciones fisiológicas que ocurre durante la actividad sexual. Helen Singer Kaplan, una psiquiatra que estudió largamente la motivación sexual, complementó este concepto (Excitación y Orgasmo) con la fase inicial llamada Deseo.

Ciclo de la Respuesta Sexual Humana.

Deseo
El Deseo es la 1ª Fase Sexual, donde los instintos son estimulados y los apetitos crecen. El deseo y la sensualidad son experiencias sujetivas que incitan la persona a buscar actividad sexual. En términos cerebrales, hay mensajes neurofisiológicas que motivan la busca por sexo. Estos señales neurológicos aún, no fueran bien explicados pero ya se habla en una especie de Centro del Deseo Sexual en el Cerebro que sería constituido por una pequeña región cerebral denominada Claustro.

Existen muchas falacias en relación con el final del deseo sexual, cuando el hombre llega a envejecer. Es una cuestión mucho más cultural que biológica. Observase, en verdad, una disminución de la frecuencia del sexo a partir de los 40 años de edad, cuando hay baja de una hormona denominada Testosterona, responsable por el apetito sexual. En el hombre, el estímulo visual es de extrema importancia para iniciar y mantener el deseo sexual. Todavía, con el avanzar de la edad, él necesita ser tocado para provocar su deseo. Muchas veces beneficiase introduciendo el pene flácido en la entrada de la vagina como estímulo inicial.

En la mujer, con la llegada de la menopausia, también se puede constatar mucho más peso cultural do que biológico. Algunas mujeres que se sintieron obligadas a mantener relaciones por toda una vida, justifican la pérdida de la función sexual con el final de la menstruación. Usan la menopausia como escudo para no necesitar más “servir” su par sin obtención de algún placer. Otras mujeres experimentan una mejora de la vida sexual con la suspensión del ciclo menstrual, pues no necesitan más temer la gravidez indeseada y generalmente no tienen más hijos pequeños que perjudiquen el sueño o que ocupen mucha atención a lo largo del día.

Excitación
La excitación es la 2ª Fase Sexual. Ella ocurre cuando el cuerpo pasa a responder fisiológicamente a los estímulos que accionan el deseo sexual. O sea, la excitación es la respuesta del cuerpo al deseo. En el hombre, la excitación es demarcada por la erección (cuando el pene endurece), en la mujer por la lubricación vaginal.

En los hombres, con el pasar de la edad, el estímulo táctil tornase prácticamente indispensable para obtención de la erección. También el tiempo de eyaculación es más prolongado, posibilitando mayor placer para la compañera. La impotencia puede ocurrir parcialmente o totalmente por motivos emocionales, o mismo orgánicos, como algunas enfermedades o por efectos colaterales de algunas medicaciones. La posición para el coito debe ser repensada, evitándose mucho esfuerzo que genera fatiga y pérdida de erección. Varios tratamientos para disfunción eréctil ya están a disposición en el mercado.

Con la pérdida de producción de algunas hormonas en la menopausia, la mujer se queda con menos lubricación vaginal, debiendo tener mayor cuidado durante el acto sexual. Cuando la vagina está seca, el atrito del pene puede machucarla, como también a su compañero, además de provocar algunas infecciones (vulvovaginitis.) El uso de cremas lubrificantes es aconsejable, así como como la posibilidad de reposición hormonal. Otro fenómeno que ocurre es la pérdida de la gordura localizada en los grandes labios, haciendo con que la vagina disminuya de tamaño y quede más propensa a sufrir dolor en el coito. La imaginación debe ser muy utilizada para despertar más placer en el acto sexual.

Orgasmo
El orgasmo es la última Fase del Ciclo de la Respuesta Sexual. El orgasmo, el éxtasis, el gozo o ápice del placer es alcanzado cuando ocurre la liberación total de las tensiones antes retenidas, acompañada de una contracción muscular rítmica. En los hombres acontece la eyaculación. En los de más edad, hay una disminución de la fuerza de eyección del líquido seminal y también de su volumen. Entre tanto, no hay alteración de la sensación sujetiva de gran placer. En las mujeres, debido a la disminución de la capa de gordura, hay mayor contacto con las terminaciones nerviosas que llevan al placer, pudiendo haber mayor sensibilidad en el gozo.

Periodo Refractario
Después del orgasmo, el hombre tiene lo que se denomina Periodo Refractario, fenómeno este que no ocurre en las mujeres. Es el tiempo de relajamiento necesario para que él pueda reiniciar la actividad sexual. En general, este periodo aumenta mucho con la edad, pudiendo variar de horas, hasta uno o más días.
ABC de la Salud