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LOS DESAFIOS DE LA EDAD

Hay tres hechos relevantes a un planteamiento ético en relación con la vejez, que atañe a cada individuo, y al envejecimiento vinculado con el proceso de cambio estructural en la sociedad.

  • El primero es de naturaleza demográfica. En todos los países del mundo, tanto en cifras absolutas como relativas, los adultos mayores han aumentado en los últimos decenios. Se espera que las mejores condiciones de vida permitan a la población de muchas naciones aumentar sus años de vida, hasta alcanzar límites de longevidad mayores, si bien aún inciertos.
  • El segundo, de naturaleza social, nos mostrará una convivencia intergeneracional de un tipo hasta ahora inédito: muy jóvenes convivirán con muy ancianos; adultos de edad media se relacionarán con adultos mayores en condiciones de una creciente igualdad física y mental que los obligará, en particular al interior de la familia, a recrear las formas de convivencia y de solidaridad.
  • El tercero, y ligado a lo anterior, la longevidad se acompañará de una demanda de servicios en las edades finales de la vida de proporciones sin precedentes. La compresión de morbilidad esperable hará necesarias decisiones sobre provisión de ayuda y sobre las formas que deberá asumir la organización social para enfrentar las crecientes y diversificadas necesidades.

Por otro lado, en un clima de progresiva conciencia de los derechos de grupos de opinión y de presión, se ha llegado a un «mosaicismo social»: cada minoría aboga por sus derechos, delimitándose de otras y logrando su nicho en el cuerpo social, a veces combativamente. Ha ocurrido así con grupos naturales y artificiales. En la sociedad estadounidense, por ejemplo, los negros, las mujeres, los homosexuales, los pacientes, por sólo nombrar algunos grupos, se han organizado para afianzar su independencia y luchar por sus derechos. La paradójica ambigüedad en que se encuentra la ancianidad es, por una parte, su mayor grado de dependencia y de desvalimiento, frente a la necesidad creciente de luchar con mayor vigor y organización por sus derechos o por el reconocimiento de ellos.

Fernando Lolas Stepke

EL MITO DE LA ETERNA JUVENTUD.

El interés por la vida y el envejecimiento ha sido una constante en la historia de la humanidad, sobresalen dos aspiraciones constantes a través de distintas culturas y momentos históricos, la inmortalidad y la búsqueda de la longevidad. «Distintos mitos como el «Elixir de la vida» buscado por los alquimistas o la «fuente de la vida», presenta en distintas culturas (hebrea, griega, romana) desde la antigüedad hasta hoy, reflejan bien la preocupación por la prolongación de la vida. Ciertos vestigios de estos mitos perviven en la sociedad actual: consumo de vitaminas (por ejemplo, vitamina C), tratamientos termales anti-envejecimiento, dietas especiales, programas de ejercicio físico intensivo, entre otros, y forman parte de los métodos que se proponen para mejorar la vitalidad y la longevidad».

Además de la longevidad y la eterna juventud, la propia comprensión del proceso de envejecimiento y de los problemas de la edad avanzada ha captado el interés de los pensadores durante siglos. Las antiguas civilizaciones de China, India y la cuenca mediterránea oriental dedicaron una gran atención a este tema, como también lo hicieron más tarde griegos y romanos. Platón y Aristóteles, en la Grecia clásica, y Galeno, los pensadores epicureístas y los filósofos estoicos, especialmente Cicerón, Séneca y Epicteto, hicieron grandes aportaciones a la comprensión de la vejez. Su pensamiento, sin duda, jugó un papel crucial en la cultura europea al transmitirse a distintos autores de diferentes épocas. Así, por ejemplo, en la Edad Media, San Agustín representa la herencia estoica de la visión de la vejez, que concibe como la edad del equilibrio emocional y de la liberación de la sujeción a los placeres mundanos, mientras que Santo Tomás de Aquino se sitúa en la tradición aristotélica, asumiendo la idea de la vejez como una etapa de decadencia. Éstas y otras tendencias procedentes del pensamiento griego y romano son heredadas también por el Renacimiento, la cultura barroca, la Ilustración y finalmente son transmitidas al pensamiento del siglo XIX; de ahí, su influencia llega hasta la actualidad. Esta fascinación por el proceso de envejecimiento también se extendió desde Europa al continente americano y al resto de las áreas de influencia europea

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COMO MANTENER UNA VIDA SALUDABLE

ononokomachi3Sólo debemos mantener un corazón compasivo y una mente en paz, de este modo nuestra vida mejorará e irradiará genuinos rayos de luz (Kaz Mori)

En la antigua China la gente hablaba sobre las estrellas de la felicidad, la riqueza y la longevidad. La estrella de la longevidad no sólo se encontraba al lado de las estrellas de la felicidad y la riqueza, sino que la gente la valoraba aún más que otras. Este hecho se vio reflejado en la manufactura de escalas en los tiempos antiguos. Las escalas antiguas llevaban grabadas 16 estrellas. Trece de estas estrellas eran la Osa Mayor, que eran 7 y la Osa Menor, que tiene 6. Las otras tres estrellas eran la de la felicidad, la riqueza y la longevidad. Se creía que, al hacer negocios, uno quitaría mucho de la reserva de felicidad si se hacía trampa a otro por un liang de plata. Uno quitaría mucho de la reserva de salud por dos liang y de la de longevidad por tres liang. Por lo tanto se puede ver que la gente ponía más énfasis en la longevidad.

¿Entonces como se puede gozar de buena salud y obtener longevidad? Del cuento de la escala, vemos que la gente necesita ser recta y honesta para calificar como humano.

Para tener buena salud se necesita tener un corazón puro y pocos deseos. Pero es difícil lograrlo. En el pasado una historia contaba: Cuando un funcionario vio a un sacerdote daoísta que se veía sano y vigoroso, fue a visitarlo para buscar la forma de mantener una buena salud. El sacerdote le dijo al oficial que todo lo que tenía que hacer era deshacerse de sus deseos. El funcionario se rió fuertemente: “Si uno se deshace de eso, ¿acaso tendría sentido vivir hasta los cien años?”

Es difícil mantener un corazón con pocos deseos, pero en realidad, la longevidad en sí misma tiene su significado. Se refiere a la continuidad de la preciada vida. ¿No es esto significativo? Mas importante, debido a la continuidad de la vida, uno puede obtener aquello por lo cual se ha estado esperando desde la antigüedad. Por lo tanto podemos pensar sobre el significado de la vida como algo extraordinario. Es posible que en esta vida obtengamos aquello que hemos estado esperando desde vidas pasadas.

En pocas palabras, la vida es muy preciada y el mantener una buena salud no es algo fácil de hacer. Sólo debemos mantener un corazón compasivo y una mente en paz, de este modo nuestra vida mejorará e irradiará genuinos rayos de luz.
Por Mei