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LOS MAYORES; CONSEJOS PARA CUIDADORES Y FAMILIARES.

cuidadosLOS MEJORES AÑOS
La edad conlleva que, en ocasiones, tareas cotidianas como el aseo, hacer la comida, la limpieza del hogar o el control del dinero se compliquen de un día para otro. La falta de higiene en las personas mayores o en lo que les rodea es un indicador importante para saber si todo marcha correctamente o algo está ocurriendo. Las dificultades para moverse, el temor a caerse en el cuarto de baño o los problemas de visión pueden estar detrás de esta aparente dejadez. Averigüe qué es lo que pasa y preste su colaboración en caso de que necesiten ayuda. Recuerde que, con frecuencia, esa desatención personal o descontrol del dinero puede ser la punta del iceberg de un problema mayor.

AYUDA EN EL BAÑO
El cuarto de aseo es junto a la cocina uno de los espacios más peligrosos de una casa y donde se producen mayor número de accidentes, principalmente caídas. Aunque nuestros mayores no necesiten ayuda, es conveniente facilitarles las cosas. Colocar unas asideras en el baño, usar un taburete para sentarse, tener a mano los objetos que vaya a utilizar son medidas que contribuyen a prevenir muchas caídas. En caso de que necesite ayuda recuerde lo siguiente:

LA HORA del baño provoca malestar, hace que el familiar se queje, se comporte de forma agitada e incluso agresiva si padece demencia senil. Recuerde que es uno de los momentos más íntimos para una persona.
BAÑAR no es una tarea mecánica, hay que estar atentos a las necesidades de nuestro mayor y responder a sus necesidades con sumo cuidado. Hágale sentirse cómodo y tranquilo.
RESPETE al máximo su autonomía. Deje que él mismo se lave ayudándole sólo cuando no pueda o exista riesgo para su seguridad.
PROCURE crear un horario para el baño. No sólo teniendo en cuenta las necesidades del familiar sino también las nuestras.
HAGA que sólo una persona se responsabilice de ayudar en esta tarea. A ser posible quien más confianza tenga con él o alguien de su mismo sexo.
COLOQUE los útiles del baño a su alcance. Cree una entorno agradable y utilice artículos de aseo que él utiliza o cuyas fragancias le gusten. No cierre la puerta del baño, puede necesitar ayuda.

TRUCOS PARA UNA VIDA MÁS CÓMODA
Simplificar la vida cotidiana de nuestros mayores, sobre todo si hay problemas de movilidad, de osteoporosis o vista, no es sinónimo de grandes gastos o reformas en el hogar. A menudo pequeños detalles, trucos y utensilios anatómicos que se encuentran ya en el mercado pueden ayudar a que la persona aumente su autonomía y nos facilite las tareas a la hora de atenderles.

UN BASTÓN tradicional puede convertirse en un estorbo, pues se cae con frecuencia si no se sujeta bien. En el mercado existen bastones que acaban en tres o cuatro patas. La empuñadura debe ser amplia y cómoda si se tienen problemas reumáticos o de sobrepeso.
CAMBIE los botones de la ropa por cierres más fáciles y sencillos. Si el mayor tiene incontinencia, que use prendas amplias, fáciles de quitar y que permitan cambiar el pañal de forma discreta.
UNA COPITA de licor tiene la misma capacidad que una cucharada sopera y resulta más cómodo a la hora de dar un jarabe.
PASAMANOS o sillas para sentarse a lo largo de los pasillos o habitaciones grandes facilitarán el recorrido para las personas que tienen problemas de movilidad. No olvidarlas tampoco en la cocina y en el baño.
UNA TOALLA o una banqueta dentro de la bañera evita riesgos de resbalones y caídas.
LOS TERMOS permiten mantener la comida caliente para aquellas personas que tardan en comer sin tener que recalentar los alimentos.
LOS PLÁSTICOS de burbujas utilizados para embalar aportan comodidad colocados bajo los cojines de algunas sillas.

CONTROL DEL DINERO
El dinero es un símbolo de independencia y a los mayores les gusta seguir controlando su capital. Sin embargo, los gastos excesivos o las pérdidas de dinero pueden significar alguna dificultad para manejar la economía doméstica que deriven en problemas económicos que afecten al resto de la familia. Nuestros mayores tienen derecho a controlar su dinero, pero procure que sus cuentas sean transparentes.

RECUERDE que las personas mayores son libres para disponer de una parte de sus bienes. Impedírselo constituye un atentado contra su libertad. La tutela en este aspecto sólo puede darse en casos muy precisos de limitación.
LA ADMINISTRACIÓN e independencia económica constituye un factor muy importante para que los mayores mantengan su autonomía en este y otros aspectos de su vida.
REGALAR dinero, joyas o recuerdos familiares a las personas del entorno, aunque no sean de su familia, no es nada extraño para ellos. Se sienten en deuda con quienes les brindan cariño y seguridad.
DONAR con generosidad es consecuencia del desapego a las cosas propio de la edad. Aunque debe existir un control familiar sobre ello para evitar malentendidos con las personas o instituciones receptoras o la posibilidad de que tras la donación generosa exista alguna estafa o aprovechamiento.

Fuente: Cuando las personas mayores necesitan ayuda. Guía para cuidadores y familiares. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y Acompañar y atender. La dependencia de tus mayores. Confederación Española de Organizaciones de Mayores

SOBRE LA VEJEZ Y EL DINERO

platonExtracto de una parte de “la República” de Platón .
(Consideraciones muy actuales de los sabios griegos de la antigüedad).

Yo le diré, Sócrates, dijo él, lo que es mi propio sentimiento. Hombres de mi edad se reúnen; nosotros somos pájaros de una pluma, como dice el antiguo proverbio; y en nuestras reuniones el cuento que escucho normalmente es: “yo no puedo comer, yo no puedo beber; los placeres de la juventud y el amor han volado lejos: una vez hubo una buena época, pero ahora eso se ha ido y la vida no es más vida. Algunas quejas por los desaires que le hacen sus  relaciones, y ellos le contarán tristemente de cuántos males es la causa su vejez.
Pero a mí, Sócrates, estos demandantes parecen culpar a lo que realmente no está en falta. Porque si la vejez fuera la causa, yo que también soy viejo y todo otro hombre viejo se habría sentido como ellos. Pero ésta no es mi propia experiencia, ni la de otros de quienes yo he sabido. Qué bien recuerdo yo al viejo poeta Sófocles, cuando en respuesta a la pregunta: ¿Cómo combina el amor con la edad?, ¿Sófocles, es aún usted el hombre que era?
Paz, contestó él; yo he escapado alegremente de las cosas de la que usted habla; yo me siento como si me hubiera escapado de un amo enfadado y furioso. Desde entonces  sus palabras han vuelto a menudo a mi mente y me parecen ahora tan buenas a mí como en el momento en que él me las expresó.
Porque ciertamente la vejez trae un gran sentido de calma y libertad; cuando las pasiones relajan sus tensiones, entonces  cuando Sófocles dice que nos libramos del abrazo no solo  de un solo amo enfadado, sino de muchos.                                                                                                                      socrates1
La verdad es, Sócrates, que esos pesares  y también las quejas sobre las relaciones, deben ser atribuidas a la misma causa que no es la vejez, sino al carácter de los hombres y sus temperamentos; porque él que es de una naturaleza calma y feliz,  apenas si sentirá la presión de la edad, pero él que es de opuesta disposición, tanto la juventud y la vejez son igualmente una carga.
Yo escuché con admiración, y queriendo provocarlo para que continuara
– Sí, pero sospecho que las personas en general no son convencidas por usted cuando habla así; ellos piensan que la vejez le sienta ligeramente a usted, no debido a su disposición feliz, sino porque usted es rico y es bien sabido que la  riqueza es un gran confortador.
Usted tiene razón, contestó él; no los convenzo: y sin embargo hay algo de cierto en lo que ellos dicen; pero no tanto como se imaginan. Yo podría contestarle a ellos como Temístocles le contestó al Seriphian que estaba abusando de él y le estaba diciendo que era famoso, no por sus propios méritos sino porque él era un ateniense:
«Si usted hubiera sido un nativo de mi país o yo del  suyo, ninguno de nosotros habría sido famoso.» Y a aquellos que no son ricos y son impacientes por su avanzada edad, se le puede dar la misma contestación; porque la vejez del hombre pobre y bueno no puede ser una carga ligera, ni un hombre rico y malo en la vida puede tener paz dentro de él.
Puedo preguntarle yo, Cephalus, si su fortuna fue en su mayor parte heredada ¿o adquirida por usted?
¡Adquirida! ¿Socrates; quiere usted saber cuánto adquirí yo? En el arte de fabricar dinero yo he estado a mitad de  camino entre mi padre y mi abuelo: respecto a mi abuelo cuyo nombre llevo, yo doblé o tripliqué el valor de su patrimonio que él heredó, siendo mucho más lo que yo poseo ahora; pero mi padre Lysanias redujo la propiedad por debajo de lo que es en la actualidad: y yo me sentiré satisfecho si dejo a mis hijos no menos, pero un poco más de lo que yo recibí.
Es por eso qué yo le hice la pregunta, le contesté, porque veo que usted es indiferente al dinero, lo que es más bien una característica de aquellos que han heredado sus fortunas y no de aquellos que la han adquirido; el fabricante de fortunas tiene  un segundo amor al dinero como una creación suya propia, pareciéndose al afecto de los autores por sus propios poemas, o de  los padres para con sus niños, además de ese amor natural de él por poder usar sus ganancias y que es común a ellos y a todos los hombres. Y es de allí que resulten una compañía muy penosa, porque ellos no pueden hablar sobre ningún tema más que sobre alabanzas a la  riqueza.
Autor: Enrique Chornogubsky