EL PAÑUELO DE ENCAJE BLANCO

EL PAÑUELO DE ENCAJE BLANCO.

Sus ojos azules todavía esbozaban cierta malicia y una buena dosis de ternura y aunque generalmente eran tristes, sonreían en alguna ocasión como si les llegara algún recuerdo remoto o el paisaje nostálgico de otro tiempo.
La recuerdo cuando se levantaba con gran esfuerzo y avanzaba como una muñeca rota hacia la mesa del desayuno. Alguna vez me pedía ayuda y apoyaba su brazo como un alambre sobre el mío, entonces y a través de la tela de su blusa, percibía un calor suave como un perfume de sándalo diluido por el tiempo.
Me sentaba a su lado y le leía algún fragmento de mi novela. Asentía con la cabeza a cada párrafo y forzaba una sonrisa cuando buscaba sus ojos como un amante que llega con retraso.
Una mañana, al llegar, su silloncito acostumbrado estaba vacío y alguien olvidó guardar un pañuelito blanco de encaje con alguna de esas pequeñas manchas redondas que el tiempo señala como besos.

FONI-09
http://joan-font.blogspot.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *