Archivo de la categoría: Narraciones, relatos, cuento, historias y leyendas sobre la vejez

LOS TESTS – Relato.

Cuando algún nuevo residente ingresaba, era habitual que después de las revisiones médicas se sometiera a una serie de tests psicométricos, los proyectivos eran demasiado caros, con el fin de situar más o menos los valores de su cognición, orientación y memoria preservados.

Uno de ellos era el solicitar que nombrara en un minuto cuantos animales recordara.
Dagoberto García recitó sin titubear cuarenta y además por orden alfabético. Empezó con abeja y terminó con zorro.

Sin dar muestras de mi asombro seguí con la evaluación.

El siguiente test eran diez preguntas sencillas, tales como su nombre, su edad, su fecha de nacimiento etc. No sólo la contestó todas correctamente sino que además las detalló, por ejemplo en su fecha de nacimiento añadió la hora, en el nombre de sus padres, añadió apellidos e incluyó los de sus abuelos. En el lugar donde estábamos lo adornó con detalles de su provincia, números de habitantes y extensión y si no le interrumpo creo que me iba a dar las coordenadas geográficas.
Seguía luego una serie de números que debía memorizar primero, ir luego restando 3 unidades de cada uno y repetirlos al revés. Lo hizo tan rápido que no me dio tiempo para anotarlos.

Decidí prescindir del resto y rellenar los datos más significativos de su vida social y familiar.
Al compararlos con el expediente social que ya tenia en mi poder, no sólo lo calcó sino que aportó detalles que no constaban pero que reafirmaban su discurso. Terminé mis anotaciones con un normal, normal, en casi todas las casillas, le di las gracias y le acompañé a la puerta. Antes de traspasar el umbral, se giró hacia mí y preguntó:

.-¿Cuándo me van a dar el uniforme? –

-¿Qué uniforme..? Aquí todos vamos de calle, normal…- respondí

-¡Cómo que de calle¡. ¿Es que la guardia civil ya no viste uniforme verde y tricornio negro?-
Joan Font -FONI-

LAS LECCIONES QUE APRENDÍ.

rosas_rojas

La escritora y periodista Regina Brett nos dice que una forma de celebrar la llegada a sus 90 años y compartirlo con los demás, fue escribir unas lecciones que la vida le ha enseñado:


  • La vida no es justa, pero aún así es buena.
  • La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
  • Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.
  • Los Amigos son la Familia que nosotros mismos escogemos.
  • No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
  • Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
  • Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
  • Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
  • No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.
  • Respira profundamente. Eso calma la mente.
  • Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
  • Lo que no te mata, en realidad te hace más fuerte.
  • Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda sólo depende de ti.
  • Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un «no» por respuesta.
  • Enciende las velas, utiliza las sábanas bonitas, ponte la lencería cara. No la guardes para una ocasión especial. Hoy es especial.
  • Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para serlo.
  • El órgano sexual más importante es el cerebro.
  • Nadie es renponsable de tu felicidad, sólo tú.
  • Enmarca todo supuesto «desastre» con estas palabras: «En cinco años, ¿esto importará?»
  • Perdónales todo a todos.
  • Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
  • El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
  • Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.
  • No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
  • No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.
  • Llegar a viejo es mejor que la alternativa…..morir joven.
  • Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
  • Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
  • Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, querríamos los nuestros.
  • La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
  • Lo mejor está aún por llegar.
  • No importa cómo te sientas… arréglate y preséntate.
  • Cede.
  • La vida no está envuelta con un lazo pero sigue siendo un regalo.

Fuente: «The Plain Dealer»

EL VALIOSO TIEMPO DE LOS MADUROS

pensamientotransparente

  • Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora…
  • Me siento como aquel chico que ganó un  paquete de golosinas: las primeras las comió con avidez, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
  • Ya no tengo tiempo para reuniones  interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
  • Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
  • Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
  • No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
  • No tolero a maniobreros y ventajeros.
  • Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de  sus lugares, talentos y logros.
  • Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
  • Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…
  • Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
  • Que sepa reír, de sus errores.
  • Que no se envanezca, con sus triunfos.
  • Que no se considere electa, antes de hora.
  • Que no huya, de sus responsabilidades
  • Que defienda, la dignidad humana.
  • Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
  • Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
  • Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
  • Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
  • Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
  • Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan… Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
  • Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
  • Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás…»

Mario de Andrade
(Poeta, novelista, ensayista y musicólogo  brasileño)