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LOS ADULTOS MAYORES, EN BUSCA DE EMPLEO.

Más de 200,000 personas de la tercera edad requieren seguir trabajando para compensar sus gastos; los especialistas sugieren abrir más opciones para esta población además de la economía informal.

Los ancianos deben buscar jornadas más reducidas y que ofrezcan mayor flexibilidad. (Foto: Jupiter Images)

Los ancianos deben buscar jornadas más reducidas y que ofrezcan mayor flexibilidad. (Foto: Jupiter Images)

CIUDAD DE MÉXICO  — Alrededor de un 35% de los 10 millones de adultos mayores en el país «están en la población económicamente activa y de esa cifra más de 200,000 no perciben lo suficiente para sus gastos básicos, así que requieren otra fuente de ingresos», señala Antonio Barranco López, representante de Comparte, asociación civil que da atención integral a adultos mayores.

El promedio de vida del hombre mexicano, dice, es de 72 años, mientras que en las mujeres es de 78. Podría pensarse que de los 60 en adelante (tras la jubilación) el destino de estas personas sería enfocarse a crear un proyecto de vida, que deje de lado lo laboral, pero la realidad es otra, «para un 80% de ancianos la situación es precaria porque no reciben un apoyo importante de pensión o jubilación», y eso los orilla a seguir trabajando, comenta el entrevistado.

La pregunta es ¿qué oportunidades se están ofreciendo a este sector? Por citar un ejemplo, si se consulta el portal www.empleo.gob.mx, del Servicio Nacional de Empleo, figuran puestos como: almacenista, ayudante de limpieza, agente de seguros y empleado de mostrador.

«La realidad es que aun cuando se trata de un porcentaje muy significativo de la población, lo que se oferta para el adulto dista de ser una gran oportunidad para satisfacer sus necesidades». Si bien puede haber ciertas excepciones, «en general lo que se ve en el mercado para ellos son plazas para personal de intendencia, empacadores, ventas inmobiliarias, que si bien dejan un ingreso no les dan otro tipo de ayuda». De ahí, dice Barranco López, que un gran número de los adultos de la tercera edad buscan sus ingresos en la economía informal,

Ante la necesidad, capacitación.
Si se quiere que este sector sea autosustentable, dice Antonio Barranco, no sólo hay que abrir espacios, también se necesita entrenarlos con herramientas que amplíen sus conocimientos, como la tecnología.

«Es un hecho muy claro, esta población va en aumento, la pirámide cambiará en los próximos 25 años, habrá más adultos mayores y hay que generar las bases para que ellos tengan la opción de aumentar su productividad, y calidad de vida. Ahí la tecnología juega un papel importante», comenta Carmiña Giraldo Salazar, gerente de la marca TENA – SCA México.

La empresa, que comercializa productos de cuidado e higiene personal, proporcionó los recursos para abrir un aula de computación en la Universidad de la Tercera Edad (UTE) donde se atenderá a más de 1,800 adultos mayores.

Esta iniciativa, dice Carmiña Giraldo, es el comienzo pues se tiene pensado crear cursos enfocados a las demandas de este sector, adicional a las clases tradicionales, y apoyar a otras instancias como la UTE.

Las empresas deben ser visionarias, menciona, siempre hay personal por jubilarse y hay que apoyar esa experiencia. Para ello, adicional a lo tecnológico, es importante apoyarlos para que sigan su desempeño en tareas importantes en la empresa «como el contacto con el cliente».

En el caso de Comparte, la asociación además de vincular a esta población con grupos que tengan iniciativas educativas, tienen un programa que incluye atención en cinco rubros: convivencia, comisiones solidarias, acompañamiento, salud integral y preventiva, y vivienda. Incluso, manejan un esquema de asesoría en temas jurídicos.

Antonio Barranco asegura que en materia de trabajo para adultos mayores, la lista de cosas ‘por hacer’ es enorme. Aunque la capacitación es un punto clave «los recursos e interés para atenderlos son escasos. Actualmente, «la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables está revisando una iniciativa que reforma los artículos 19 y 28 de la ley de los derechos de las personas mayores, sin embargo el reto cultural es enorme, en nuestro país si eres joven eres productivo, pero cuando llegas a cierta edad eres ‘achacoso’. Es un estereotipo, que se filtra en las empresas y este grupo se vuelve más vulnerable», puntualiza.

Vejez protagónica.

En opinión de Laura Angélica Bazaldúa, medico geriatra certificada por el Consejo Mexicano de Geriatría, el que un adulto continúe en actividades donde sea productivo, aparte de ayudar en lo económico permite evitar otras situaciones, como la depresión (que también perjudica en lo emocional y financiero).

La especialista asegura que las empresas deberían considerar ciertas medidas para esta población, por ejemplo:

– Esta población se enfrenta a ciertos cambios físicos; se puede considerar la reducción de horarios (que no de paga), en lugar de las ocho horas convencionales, se puede trabajar de tres a seis horas.

– Hay que hacer un diagnóstico de cuál es el perfil que se tiene en la organización y las opciones laborales a plantear. «No es igual un adulto de 60 que de 70 años»·.

– «Se han descuidado los tipos de opciones». Por ejemplo, se puede pensar en un apoyo que den autoridades gubernamentales e iniciativas privadas a programas de voluntariado, donde estos adultos ayuden a otras personas de la tercera edad.

– Las organizaciones pueden dar cursos, que toquen temas fundamentales para este sector, como la jubilación. «Varias empresas, del gobierno, están sensibilizas a los talleres pre-jubilación pero a veces los dan sólo como un requisito, sin darle la importancia necesaria».

– Hay que recordar que muchas personas, por necesidad, no pueden apartarse de su vida laboral, por ello hay que luchar por cambiar esa visión, aún común en el país «de que el joven que produce es útil» y los demás salen de ese esquema.

– Para mayor información sobre acciones para adultos de la tercera edad se puede consultar: www.tena.com.mx y www.comparte.org.mx.
Por: Ivonne Vargas Hernández

ALGUNOS PENSAMIENTOS SOBRE : LA VEJEZ, LA TOLERANCIA, EL TRABAJO, LA VIDA…

Toda persona tiene derecho a la libertad religiosa (…) de tal manera que, en materia Religiosa, ni se obligue a nadie a obrar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella en privado y en público, solo o asociado con otros. Concilio Vaticano II….

El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad. Albert Einstein.

Siempre que alguien afirma que dos más dos son cuatro, y un ignorante le responde que dos más dos son seis, surge un tercero que, en pro de la moderación y el diálogo, acaba concluyendo que dos más dos son cinco´. José Prat…

La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia.
Mahatma Gandhi

Nada perturba tanto la vida humana como la ignorancia del bien y el mal.
Cicerón

Un gran hombre demuestra su grandeza por el modo en que trata a los que son o tienen menos que él. Carlyle

Las dos frases más oídas en Estados Unidos son: «Soy libre, y hago lo que quiero», y «Eso debería estar prohibido». Michael Novak

La laicidad está para asegurar a libertad religiosa, y no para imponer la ausencia de religiosidad. Jesús Sanz Rioja

Por la calle del «ya voy», se va a la casa del «nunca». Miguel de Cervantes Saavedra.

Trabaja, en algo, para que el diablo te encuentre siempre ocupado. San Jerónimo.

El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada. Anónimo

Un hombre con pereza es un reloj sin cuerda. Jaime Balmes.

Trabajo deprisa para vivir despacio. Montserrat Caballé.

Obró mucho el que nada dejó para mañana. Baltasar Gracián.

Como no sabían que era imposible lo hicieron. Anónimo.

Los perezosos siempre hablan de lo que piensan hacer, de lo que harán; los que de veras hacen algo no tienen tiempo de hablar ni de lo que hacen. J. W. Goethe.

El genio comienza las obras grandes, mas sólo el trabajo las termina. J. Joubert

La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Pablo Ruiz Picasso.

En la vejez no se hace más que repetirse. Pío Baroja.

Envejecer es el único medio de vivir mucho tiempo. Daniel-Françoise Auber

La vida tiene una historia muy larga, pero cada individuo tiene un comienzo muy preciso: el momento de su concepción. Jérôme Lejeune

No daré veneno a nadie aunque me lo pida, ni le sugeriré tal posibilidad. Juramento de Hipócrates

Si alguien quiere deshacerse de los dementes, los minusválidos o los ancianos enfermos
porque exigen demasiado tiempo o dinero, que contrate verdugos profesionales,
pero que no se esconda detrás de una apariencia de respetabilidad. Stuart Horner.

Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres. Rabindranath Tagore.

En realidad vivir como hombre significa elegir un blanco -honor, gloria, riqueza, cultura- y apuntar hacia él con toda la conducta, pues no ordenar la vida a un fin
es señal de gran necedad. Aristóteles

Si la escalera no está apoyada en la pared correcta, cada peldaño que subimos es un paso más hacia un lugar equivocado. Stephen Covey

Fuente: Solidaridad.net

EL TRABAJO FORTALECE EN LA TERCERA EDAD

trabajoPermanecer en el campo laboral puede contribuir a que el adulto mayor mejore su situación económica, se sienta útil e integrado a la sociedad y ejercite sus destrezas. ¿No sería más justo y saludable vigilar el cumplimiento de esta garantía?

Analizar cierta situación desde la tribuna de un país en vías de desarrollo es muy diferente a hacerlo con la lente de quien se encuentra en una nación de primer mundo. Así las cosas, nadie puede negar que México carece de una política integral de atención a los ancianos, lo que es particularmente grave porque cada vez son más las personas que rebasan las seis décadas de vida y se encuentran sin la protección que debiera otorgar el Estado.

La buena fe es divisa de muchos gobiernos del mundo cuando se trata de firmar pactos y tratados que defiendan el respeto a la dignidad de los ancianos, pero lo cierto es que muchas de las necesidades de los adultos mayores, una de ellas el trabajo, se quedan archivadas y duermen “el sueño de los justos”.

Sencillamente, no estaríamos hablando de este tema si en México hubiera un sistema que permitiera que la mayor parte de las personas se jubilaran a determinada edad y, luego, garantizara que las personas mayores disfruten de un merecido descanso o se dediquen a realizar alguna actividad que siempre quisieron hacer.

En este sentido, sería deseable, por supuesto, que hubiera plazas laborales para quienes quisieran mantenerse activos y deseosos de compartir sus experiencias pero, por desgracia, estamos muy lejos de que este supuesto se transforme en algo tangible.

Cifras y proyecciones
México se está convirtiendo en un país con alto índice de ancianos. Se calcula que dentro de poco habrá aproximadamente 10 millones de personas de la tercera edad, cifra que se elevará a 15 millones en el año 2020 y a poco más de 22 en 2030.

Algo particularmente interesante es que, a pesar de que se considera que nuestra nación es eminentemente joven, la evolución de la edad promedio de la población mexicana ha pasado de 21.8 años de edad en 1970 a casi 27 en el año 2000, y las proyecciones indican que será de 37 en 2030 y de poco menos de 43 en 2050.

Todo esto se combina con una mayor esperanza de vida, que hoy es de casi 76 años y que podría elevarse a 78.5 y 79.8 años en 2020 y 2030, aproximadamente.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), la participación económica de los adultos mayores se mantiene en niveles relativamente altos, aunque las razones no son las ideales.

En efecto, más de una tercera parte de las personas de la tercera edad (36.2%) se mantiene económicamente activa, lo que se explica no por la valoración de su capacidad, sino por la complicada situación económica en la que nos encontramos como país desde hace casi 50 años. Además, es notoria la diferencia que se da entre hombres y mujeres, ya que la tasa de actividad de ellos es de 58.1%, en tanto que la de ellas sólo alcanza 17.7%.

Ejemplo real
La señora Laura Marín es la entusiasta directora de un taller de costura en el que laboran solamente personas de la tercera edad. Esta microempresa se formó mucho antes de que existieran organismos como el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), y tal vez sería menos sobresaliente si no fuera porque la dama en cuestión rebasa los 86 años de edad y no tiene impedimento alguno para trabajar diariamente de las 10:00 a las 18:00 para vigilar que todo camine sobre ruedas.

“A los adultos mayores nos ayuda mucho seguir trabajando”, dice la señora Marín, quien recuerda que en el principio de esta aventura sólo había cinco mujeres que venían a pedir trabajo de costura.

“Ellas venían solas, pero ahora, tras 40 años de fundado el taller, la gran mayoría de nuestras trabajadoras son acompañadas por su marido, yerno, nuera, hija o hijo. Esto quiere decir que su familia las ve como seres productivos y no ‘viejitas arrinconadas’ a las que se critica por ‘comerse la comida de los hijos’. Todas ellas ayudan en la casa, cuidan a los niños y llevan dinero, lo cual eleva su autoestima en forma muy importante y les permite sentirse parte integral de la familia”, relata la veterana directora.

Muchas de las mujeres que llegan por primera vez al taller lo hacen deprimidas o tristes, relata la señora Marín, pero al paso de unos días cambian, pues son reconocidas en su hogar, se sienten queridas y las tratan de otro modo. “No es solamente que aporten una cuota a la casa, sino que llenan su tiempo y se esfuerzan por hacer su trabajo de la mejor manera, lo que les brinda satisfacción”, apunta.

Reclutadores y gobernantes
Una opinión por demás interesante es la de Yamile Sánchez, jefa de reclutamiento y selección de Clean Service de México (empresa de limpieza y mantenimiento), quien ha comentado al respecto que muchas empresas prefieren reclutar a personas de la tercera edad porque son más estables y responsables. “Debemos cambiar la imagen que tenemos sobre los ancianos porque su experiencia es un gran aporte a la sociedad”, afirma la reclutadora.

Por su parte, Carlos Paredes, director general de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), considera que el esquema de jubilación ha cambiado en los últimos tiempos y ha creado un problema social muy fuerte. Asegura: “Las personas de la tercera edad podrían ocupar muchas plazas laborales de todo tipo, pero lamentablemente entre las organizaciones empresariales es muy escasa la cultura sobre este tópico”.

En su oportunidad, Octavio Carvajal, presidente de la comisión de Trabajo y Previsión Social de la Confederación de Cámaras Industriales de México (Concamin), ha señalado que los trabajos para los mayores de 60 años deben ser congruentes con sus capacidades y facultades, y es por ello que se ve a muchas personas de la tercera edad desempeñando tareas de vigilancia, información al público y trato con la gente, acciones que no requieren gran esfuerzo ni un aporte físico importante.

Finalmente, la directora de la oficina de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) del municipio de Puebla, María Fernanda Diez Torres, ha establecido que los dueños de negocios y empresarios discriminan a los ancianos y no los contratan debido a que les significan altos costos en el pago de prestaciones y derechos. Esta situación obliga a los adultos mayores a emplearse como empacadores de mercancías en supermercados, lo cual es una manera de despreciar su conocimiento y experiencia.

Para compensar esta situación, el programa municipal de atención a los ancianos “tiene la tarea de colocarlos en algún trabajo, capacitarlos y brindarles atención médica”, y en este tenor se ha dado a la labor de construir una panadería en las instalaciones del DIF local, dando empleo a 50 personas y con la posibilidad de crecer de manera importante.

Esfuerzos como éste suceden en muchos lugares de México, pero aún faltan oportunidades. No obstante, una buena recomendación para las personas de la tercera edad es acudir a las oficinas del Inapam (www.inapam.gob.mx) y departamentos de apoyo a las personas de la tercera edad de su localidad, a fin de conocer los programas de apoyo al empleo e inscribirse en la bolsa de trabajo.

Juan Fernando González G.