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EL SEXO EN EL HOMBRE DE TERCERA EDAD

Cuando en los seres humanos, nos damos cuenta de los cambios físicos, que por los años experimentamos recurrimos a dietas, a tratamientos maravillosos que nos devolverán, la juventud perdida, y que no ofrecen los resultados anhelados.

Claro agregándole, que no queremos recurrir, al ejercicio y menos a dejar de comer, aumentamos de peso, nos sale pancita, gorditos y arruguitas en todos lados, baja nuestra autoestima, y por lo tanto en nuestro inconsciente, se va grabando poco a poco pero profundamente , que ya no podemos tener aspiraciones a una relación sexual, a una nueva pareja o recuperar la propia.

Ahora bien es importante tomar en cuenta que después de los 60 Años, entramos a la Andropausia, que es un estado parecido a la Menopausia, de la Mujer en la cual el hombre deja de producir hormonas, andrógenos, con ello sucediendo, varias cambios físicos.

Aunque, a diferencia de lo que le pasa a la mujer que son abruptos, en el hombre suceden lentamente pero inexorablemente con los años, y que tienen que ver con el progresivo descenso del nivel de andrógenos, es decir, hormonas masculinas, como habíamos dicho anteriormente.

La actividad de estas hormonas repercute, en muchos procesos del organismo, pero sus consecuencias se perciben muy especialmente en la capacidad sexual.

Esto lo produce el que seamos diabéticos o hiper, o hipo tensos o padecido enfermedades venéreas, por ello hay que ir con el Medico General, el cual nos canalizara con algún Medico especialista, ya sea un Gerontólogo o un Urólogo,

También afectan, al estado anímico, produciendo irritabilidad, desasosiego e incluso una tendencia en menor o mayor grado de estados depresivos.

Y problemas severos o parciales en la convivencia con la pareja, ahora imaginémonos, que en la mujer se presente conjuntamente la menopausia, se exacerban dichos problemas y se puede llegar hasta el divorcio, de ahí la importancia de recurrir al Medico especialista primero en forma Individual cada uno y después en Pareja.

Ahora bien debemos de entender y aceptarnos y mas aún adaptarnos, a las diferentes etapas de nuestra Edad, pero aprender como principio, el ser congruente con lo que pensamos, decimos y hacemos.

Ser positivos, Amándonos, conociéndonos realmente, hacer terapias de espejo, viéndonos desnudos, frente a un espejo, para vernos físicamente como estamos, como nos vemos, nosotros y aceptarnos tal cual somos, amarnos enormemente, con nuestros gorditos llantitas, arruguitas, celulitis y otras cosillas.

Ahora bien es importante caminar, o hacer algún ejercicio, hidratarnos y comer nutritivamente, pero con asesoria, y si tenemos algún dinerillo y nos podemos dar alguna estiradita que mejor, o un tintecillo para el pelo, eso no nos quita la hombría pero como a las mujeres nos hace sentirnos mejor.

En el sexo, que para nosotros los mexicanos, es parte fundamental para nuestra hombría, aunque tengamos mas de 60 años, es de tener una actitud mental positiva, entender que la impotencia sexual, es en el 80% mental (esto incluye a los hombres de todas las edades) y no física.

Y que con la ayuda y comunicación, de tu pareja es fundamental, recuperar el amor reconquistar a tu pareja o si estas solo buscarla, hay una gran cantidad de bellas mujeres, físicamente y de grandes atributos humanos, solas, que también tienen la necesidad sexual y con quien compartir sus espacios, con una pareja.

Hay algo fundamental para se queridos y amados por las mujeres es que creemos que a ellas, es muy importante el pene, ello solo es importante para nosotros pero las mujeres les interesa como las acariciamos, como las amamos como son importantes para nosotros.

Eso, señores en una gran mayoría de las mujeres es la que las lleva al orgasmo, y el del hombre cuando logra el de su compañera, el de el es mas intenso.
Publicado en : www.corrientes24.com

EL TOP 10 CONTRA LA VEJEZ

gerentology22 La prestigiosa revista Journal of Gerontology publicó hace unos meses una monografía sobre la medicina y la edad que se convirtió en referencia mundial de esta disciplina. De su lectura se desprenden esos 10 caminos a seguir en geriatría y gerontología que, más recientemente, fueron resumidos por el doctor John Morley de la Universidad de Saint Louis. La definición de estos objetivos cumple un papel fundamental en el desarrollo futuro de la ciencia gerontológica.

Objetivos claros
A medida que la geriatría y la gerontología van cobrando prestigio en la comunidad médica y ganando puestos en la infraestructura clínica, se hace necesario establecer protocolos y objetivos claros sobre el objeto de investigación y de actuación de estas especialidades. Detectar los problema básicos de la población mayor puede ayudar en la tarea.
Este es el top 10 contra la vejez:

1. Deterioro cognitivo. “No hay duda —dice Morley— de que combatir el deterioro de las funciones cognitivas del anciano y los problemas de comportamiento que de él se derivan es una prioridad en geriatría.’ En la actualidad, el conocimiento sobre el desarrollo del Alzheimer está creciendo exponencialmente. Fundamentalmente se ha avanzado en el diagnóstico de la enferme dad. La posibilidad de estudiar la presencia de beta-amioide en el tejido epitelial de un paciente abre grandes esperanzas para la detección precoz del mal. Es sabido que este péptido, que cumple funciones neurotransmisoras, es también responsable de la formación de depósitos (placas amiloides) que producen deterioro neuronal grave.

Por otro lado, también mejoraron las técnicas de detección de síntomas prematuros. Por ejemplo, se sabe que algunas funciones motoras empiezan a deteriorarse mucho antes de la aparición de la enfermedad. Estar atento a estas señales mejora considerablemente la capacidad de diagnóstico.

En cuanto al tratamiento, se trabaja intensamente en el uso de inhibidores de la colinesterasa y moduladores del sistema glutamato/NMDA. Además, se descubre que el gingkobiloba, una plan con varias propiedades curativa ofrece potenciales beneficios para los que sufren el mal.

2. Depresión. Uno de los grandes caballos de batalla de la gerontología es que se reconozca la depresión entre los males que debe seguirse de manera sistemática e la población anciana. Este trastorno suele obviarse en los reconomientos iniciales, sobre todo en atención primaria, y es causante no solo de gran sufrimiento, sino de enfermedades subsidiarias como infarto.

3. Movilidad. La geriatría empieza a observar la movilidad cono una herramienta de diagnóstico que debe tenerse en cuenta. El deterioro en la velocidad de desplazamientos y reacciones del paciente es una señal de alarma de que si está produciendo un declive general. Por otro lado, si se logra mantener más tiempo la capacidad de caminar habitualmente, se experimenta una mejora considerable en otras funciones.

4. Nutrición. Entre los adultos mayores se producen cambios en los patrones nutricionales que, en algunas ocasiones, producen graves deterioros del estado físico. El descenso en la cantidad de comida ingerida y, sobre todo, la pérdida del hábito de “picar entre horas” generan una merma considerable en la cantidad de nutrientes. Algunas personas mayores terminan experimentando episodios de anorexia. En este sentido, se ha propuesto la llamada “hormona del apetito”, ghrelín, como una candidata a ser herramienta terapéutica habitual en los protocolos geriátricos occidentales.

5. Hormonas. Una de las consecuencias mejor conocidas del paso del tiempo, sobre todo en las mujeres, es el cambio en el patrón hormonal. En teoría, el aporte extra de determinadas hormonas podría ser una buena estrategia para combatir la vejez. Pero se sabe que algunas terapias sustitutivas producen severos efectos secundarios Los efectos de la inyección de moléculas como la progesterona o la testosterona siguen debatiéndose y su función en gerontología es una de las líneas de investigación más prometedoras.

6. Fragilidad. En los últimos años, la geriatría ha comenzado a fijarse en la fragilidad como un síndrome que se debe tener en cuenta, ya que es un importante precursor de la incapacidad funcional. El problema es que las causas de la fragilidad son demasiado numerosas incluyen desde deterioros cognitivos hasta diabetes o problemas vasculares. La intervención ante este mal se centra en dos frentes: prevenir mediante el ejercicio físico y detectar síntomas precoces, como el aumento de los episodios de caídas.

7. Corazón. Es el rey de la geriatría. Casi el 50 por ciento de las personas de avanzada edad muestran algún tipo de deterioro en sus funciones cardíacas por lo que la vigilancia del corazón y de la presion arterial es una rutina asimila en esta disciplina. La hipertensión geriátrica poco tiene que ver con la de los adultos o jóvenes. El cuidado de los valores de presión arterial en personas mayores requiere de cálculos más sutiles y seguimientos más complejos. En esos pacientes es muy habitual la presencia de irregularidades en la presión (hiper o hipotensiones) características de este grupo.

8. Sistema inmune. El deterioro del sistema inmune con la edad es bien conocido. Una de las causa de este mal es la disminución de aporte proteínico de la dieta. Por eso, la actuación en este sentido mediante complementos nutricionales es eficaz. Pero, además, las personas mayores son más vulnerables a la aparición de nuevas enfermedades infecciosas como el SARS o la fiebre del Nilo. Por eso, es necesario que existan unidades especializadas en geriatría en los programas de tratamiento de estos males

9. Vida a los años. Afortunada mente la frase “no se trata de agregar años a la vida, sino vida a los años” se ha convertido en un lema. Eso quiere decir que ha calado en la opinión pública una de las máximas de la geriatría: la medicina no busca la longevidad banal, sino la mejora de la calidad de vida de los adultos mayores.

10. Sistema sanitario. El último gran desafío de la geriatría consiste en dotarse de una infraestructura que permita alcanzar en todos los casos el sueño de los médicos que decidieron formarse en la especialidad: convertirse en parte fundamental del sistema sanitario y lograr generar programas de seguimiento de pacientes a largo plazo; igual que el pediatra y médico de familia acompañan al paciente durante muchos años de su vida.

Fuente Consultada: La Ciencia de la Longevidad