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NAVIDAD, DULCE NAVIDAD…. Relato

En la residencia geriátrica…. El menú iba a ser espectacular. Un caldo de legumbres con albóndigas de ternera, sin sal por supuesto, pollo asado con lechuga, huevos a “la mimosa” con relleno de jamón de York, turrones livianos de distinto sabor, un polvorón de La Estepa, no la siberiana, la otra y café descafeinado con leche desnatada y sacarina.

En el ambiente música navideña, villancicos y coros de música sacra, casi todos en ingles. También se iban a descorchar zumos de frutas con vitamina C y un cava especialmente elaborado para residencias geriátricas, con sabor a limón.

Las ausencias, sin embargo, habían mermado tanto la concurrencia que con una sola mesa en el centro del comedor, ya era más que suficiente para albergar a los escasos residentes que se habían librado de los incómodos desplazamientos hacia la acogida familiar de cada Navidad.

En total eran diez, había otros cuatro que permanecían en sus habitaciones en el piso superior, holgando de sus dolencias habituales.

De los diez, nueve tenían familia pero no habían podido recogerlos muy a pesar suyo, por diversos motivos de complicadas circunstancias. Y quedaba María Engracia, a la que la vida había dejado sola pero con un sinfín de recuerdos, algo es algo.

Cuando yo llegué, en aras de una visita convencional exenta de obligaciones laborales, el ágape ya había terminado y estaban todos solazándose en una sobre-mesa típica de estas fechas.

María Engracia me vio llegar y levantándose con cierta dificultad levantó su vasito de plástico y señalándome con él, brindó:

– Brindo por este niño recién nacido, a ver si esta vez puede superar la próxima  próxima Semana Santa o se lo cargan ya de una puñetera vez
Publicado por joan font -FONI

LA SUBASTA. Relato

corcel negroNunca se sabe si el fémur se rompe por una caída o la caída es como consecuencia de haberse roto el fémur, en cualquier caso se llevaron a Petronila al hospital aquejada de la fractura del hueso a la altura del trocanter menor.

La operaron y cuando regresó pasó a ocupar el silloncito con sujeción frente a la ventana.

Una de sus hijas, creo que fue la mayor, le proporcionó un ordenador portátil con conexión inalámbrica a Internet  y  Petronila pasó a formar parte del enjambre de usuarios navegadores cada día en mayor expansión.

Tuvimos que programar el permiso para usarlo ya que su afición crecía hasta el paroxismo convulso y era necesario que comiera algo y durmiera las horas convenientes.

Primero su afición derivaba en viajes y visitas a los lugares más lejanos, digitalizando espacios exóticos y entrometiéndose en foros, debates, blocs y páginas web de todo tipo.

Luego se inició en asistir, incluso en participar en subastas de lo más variopinto y aunque nunca llegaba a rematar ninguna puja, ya que ni podría ni debía, según parece se lo pasaba en grande.

Un día que había amanecido radiante y cuando ella se encontraba en pleno entretenimiento matinal, una auxiliar se acercó con un papel en la mano y algo excitada.

Detrás suyo, pisándole los talones, un señor con bigote y gorra “oficial” y la directora con semblante y ojos sobresaltados.

Antes de que llegaran se me ocurrió mirar por la ventana.

En el jardín, sujeto por las bridas a la verja de la puerta principal, un magnífico caballo, negro y con la apariencia de una raza equina exclusiva, relinchaba nervioso a la espera quizás de su nueva dueña.
Publicado por joan font -FONI –

LLAR de BENESTAR UNA RESIDENCIA IDEAL

Residència LLAR de BENESTAR  -  Corbera de Llobregat

Residència LLAR de BENESTAR - Corbera de Llobregat

Son muchos los hijos e hijas que intentan a costa de  no pocos problemas y sacrificios mantener a sus progenitores en sus propias viviendas,
Pero a menudo los horarios laborales y el ritmo de vida actual les impide poder atender debidamente a sus mayores, más aún si estos han dejado de valerse por si mismos o necesitan de cuidados especiales. En estos casos, recurrir a una residencia  suele ser la mejor solución para ambas partes.
Pero es  entonces cuando aparece una nueva preocupación…. ¿Cuál será la  residencia ideal?

Y aquí empieza un interminable rosario de características y exigencias:
Que sea un centro legalmente autorizado y que cumpla todas las condiciones reguladas por decreto.   Que el edificio y el mobiliario sean ergonómicos. Que este ubicada en un lugar bonito y tranquilo. Que las habitaciones y  el resto de las dependencias sean amplias, espaciosas,luminosas y soleadas. Que la limpieza impere en todo el recinto. Que cuente con una buena asistencia medica-sanitaria. Que el personal sea amable y agradable. Que dispongan de una amplia plantilla de profesionales, Enfermera, Fisioterapeuta, Terapeuta Ocupacional, Psicólogo, Asistenta Social, etc. Que sirvan una buena comida. Que tenga un amplio programa de actividades para que no se aburran los residentes… y lo curioso es que afortunadamente hoy en día casi todas cumplen con estas exigencias.

Entonces…¿Qué es lo que la convierte en una residencia ideal?
Pues es algo que no se puede regular por ley. Me refiero a la calidad humana de todos los que trabajan en la residencia. Algo que solo puede lograrse cuando el director o directora  del centro, impone y valora esta cualidad por delante de todo.
No olvidemos que es esta calidad humana, la que permitirá que los abuelos residentes, se sientan  tan “arropados” como se sentirían en sus casas.

www.llardebenestar.com