Entrenarse para combatir el declive mental de la edad
Los resultados de este estudio de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, obtenidos con la ayuda de resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI), proporcionan la primera evidencia visible de una relación entre el rendimiento conductual y las regiones involucradas en el procesamiento dual de tareas, según Arthur F. Kramer, profesor de psicología e investigador en el Instituto Beckman para la Ciencia Avanzada y la Tecnología.
La conclusión de este estudio se agrega también a otros datos emergentes que refutan la idea de que, con el envejecimiento, se activan áreas opuestas del cerebro para ayudar a las personas a compensar una pérdida de cognición. Los estudios más antiguos, critica Kramer, no consideran los impactos del entrenamiento.
Para el nuevo estudio, el psicólogo Kirk I. Erickson y otros científicos en el laboratorio de Kramer observaron áreas
Kirk I. Erickson, en el centro, Arthur F. Kramer, a la derecha, y Nancy Dodge. (Foto: University of Illinois
del cerebro conocidas por estar asociadas con el control ejecutivo (planificación, programación y coordinación de tareas múltiples, gestionando la memoria activa). Estas áreas están relacionadas con decadencias cognoscitivas durante el envejecimiento.
Los participantes en los experimentos fueron 32 hombres y mujeres, con edades entre 55 y 80 años, y 31 adultos más jóvenes. Fueron divididos en grupos de control y experimentales, con el último recibiendo entrenamiento para realizar en un tiempo cronometrado la tarea de identificar Xs verdes o amarillas y/o si una letra en el monitor del ordenador era una B o una C. Los investigadores, entonces, analizaron datos detallados de fMRI, recopilados antes y después del entrenamiento, de varias partes del cerebro, y de cambios en el rendimiento y en los tiempos consumidos por las tareas.
Las diferencias observadas en las regiones ventrales del cerebro antes y después del entrenamiento fueron espectaculares.
Aunque los adultos de mayor edad empezaron con una cantidad de activación más baja antes de entrenarse, aquellos que fueron entrenados aumentaron de manera inequívoca su cantidad de actividad cerebral. Hay una tendencia hacia la convergencia con las personas jóvenes. Después del entrenamiento, se registran menos diferencias relacionadas con la edad. Los participantes de edad avanzada empezaron a parecerse más a los adultos jóvenes en lo que se refiere a la activación del cerebro.
La activación en esta región más baja del cerebro saltó significativamente en el grupo de personas maduras que recibieron el entrenamiento, algo no observado en el grupo de gente madura que no recibió entrenamiento.
Tanto jóvenes como mayores acabaron por reaccionar de modo muy similar, aunque empezaron de maneras diferentes.