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LOS ABUELOS Y LOS NIETOS – UNA CONVIVENCIA SANA

Gracias a los avances médicos y tecnológicos la esperanza de vida ha aumentado permitiendo que las personas vivan por más años, lo cual ha dado paso a la convivencia de tres e incluso cuatro generaciones al mismo tiempo, es decir: abuelos, hijos, nietos y en muchas ocasiones hasta biesnietos.

Esta es una oportunidad que no se había dado en épocas anteriores y que trae muchos beneficios tanto a nivel familiar como social, ya que se ha demostrado la influencia positiva que el abuelo representa en el desarrollo de los nietos y la familia, así como la satisfacción que esta relación trae para el mismo abuelo.

La “abuelidad” es recibida con agrado por la mayoría, llegando a ser uno de los acontecimientos mas importantes en la vida de las personas sin embargo, si esta etapa llega con responsabilidades que no corresponden como el cuidado y la educación de los nietos (ya que esto le corresponde a los padres), y además de manera obligatoria, puede ser poco gratificante. Como comenta Lammoglia: “Cada quien tiene que aceptar sus responsabilidades por que tener hijos es una elección persona, tener nietos es algo que sucede”.

Cabe destacar que aun cuando en la abuelidad no incluye la responsabilidad de educar a los nietos, los abuelos si forman parte importante de este proceso, pero de manera secundaria, ya que los abuelos aparte de los padres son las figuras mas relevantes en la vida de los nietos y por lo tanto uno de los principales transmisores de valores, tradiciones, costumbres e información sobre el pasado familiar que los padres no siempre son capaces de transmitir.

La convivencia con los abuelos permite que se forme en los nietos un concepto positivo sobre la vejez, y que tengan una fuente incondicional de afecto que les ayudará al reforzamiento de su autoestima y seguridad al sentirse queridos sin importar que. A su vez, los nietos representan para el abuelo la oportunidad de realizar nuevas actividades, acercarse mas al núcleo familiar e incluso solventar problemas que se tenían con los propios hijos.

En general, la relación entre abuelos y nietos es enriquecedora y lo continúa siendo durante el paso de los años, prueba de esto es que cuando los nietos crecen siguen viendo al abuelo como una figura importante en su vida. Es una figura necesaria en su mundo por medio de la cual aprenden a respetar los valores del pasado y las tradiciones.

Para preguntas o comentarios llama al 943 29 74 o escríbeme a virginia@novavida.com.mx.

L.G. Virginia del Angel Yam Canché.
NovaVida

HACIA OTRO MODELO RESIDENCIAL

Un grupo estatal integrado por  una veintena de expertos y expertas de diferentes 144232739_97e835e9c5profesiones, comunidades autónomas  y procedencias (sector público y privado) constituido desde finales del 2008 a propuesta del IMSERSO, tiene como cometido analizar el actual modelo de residencias para la atención de las personas mayores en España y elaborar un documento que siente las bases de la calidad de un nuevo enfoque para los alojamientos de las personas mayores que por su situación de dependencia ya no puedan seguir viviendo en sus hogares.
El punto de partida es el reconocimiento de que el actual e imperante modelo de residencias en nuestro país no responde a los deseos de las personas ni posibilita un trabajo de mejora de la calidad de vida de las mismas. Las personas mayores y las familias acuden a las residencias cuando no queda más remedio pero son  lugares no deseados. Y esta percepción tiene que ver, en gran parte, con cómo  hoy en día se siguen construyendo y organizando las residencias en nuestro país:  centros de capacidad elevada (es frecuente los centros que albergan 100 o incluso más plazas) que funcionan a modo de instituciones donde las normas, la atención uniforme, la insuficiente privacidad,  la organización de la atención centrada en el procedimiento y en las condiciones laborales, priman sobre la atención personalizada, la libertad personal, las costumbres y los deseos de las personas. Levantarse y acostarse a una misma hora (habitualmente pronto), compartir habitación, tener reducida su libertad para hacer lo que uno quiere por falta de personal o por el argumento de su seguridad, son dificultades cotidianas que caracterizan nuestras residencias, independientemente de que cumplan los metros, los servicios básicos de atención o las ratios de profesionales exigidos en las normativas vigentes.
Hay que destacar que el debate de redefinición del modelo residencial hace años que se inició en otros países. Por ese motivo se ha creído necesario tener en cuenta  para definir un nuevo modelo de atención residencial, algunas  experiencias internacionales y determinar qué particularidades de: Suecia, Dinamarca, Alemania, Francia y Gran Bretaña,  pueden ser aplicables y útiles en el contexto español.
En los países nórdicos hace años que ni se construye ni tan siquiera se habla de residencias (en Dinamarca se han prohibido por  Ley  en el año 1987). El modelo residencial está amortizado por considerarse que no resulta adecuado para atender a las personas mayores favoreciendo su calidad de vida. La  apuesta en estos países para las personas mayores que necesitan cuidados y tienen que dejar su hogar, se dirige hacia lo que se viene denominando alojamientos con apoyos (apartamentos con servicios o pequeñas unidades de convivencia para las personas con deterioro cognitivo)  donde además de prestar cuidados y servicios de atención personal se garantiza la privacidad, la independencia, y el que la persona, independientemente de su grado de deterioro, pueda seguir con sus costumbres, con su ritmo de vida, cumpliendo sus deseos,  y  en la medida de sus capacidades, ejerciendo el control de su propia vida.
Este  grupo   de expertos se vienen reuniendo y trabajando en red, con el  objetivo de  sentar las bases de un modelo de calidad en los centros de alojamiento para personas mayores de modo que éstos estén orientados realmente a las personas que en ellos viven. Alternativas de alojamiento donde la privacidad, la elección sobre cuestiones básicas de la vida diaria (a qué hora me levanto o me acuesto, cómo se me atiende, qué quiero hacer hoy, con quién voy a estar o no estar…) y la flexibilidad sean posibles. Lugares de continuidad de vida propia integrados en la comunidad, donde las familias y allegados tengan espacio y papel.
El reto no es sencillo: ofrecer un marco que permita conjugar calidad (pero calidad pensada desde la persona y no desde la organización) con sostenibilidad de los recursos.
Resistencias al cambio  existen. Pero que nadie lo dude.  Necesitamos  mirar a Europa, España más que otros países. Ahora es el momento del tránsito hacia otro modelo residencial. Momento de no conformarnos con lo que ya existe. Pensando en las personas y pensando con las personas.
Gabriel Gallardo