CÓMO VIVIR CON UNA CARDIOPATÍA

corazon1Tic Toc: Despierte y reconozca los síntomas de alarma
Náuseas, mareos, falta de aliento. ¿Sabía que son todos síntomas de enfermedades cardíacas? Según dos estudios exclusivos de AARP Segunda Juventud, la mayoría de los latinos de 40 y más años de edad dice creer conocer las señales. El problema es que no las conocen, y eso puede ser fatal: las enfermedades cardíacas son la causa número uno de muerte en Estados Unidos, y cinco de cada seis víctimas tienen 65 o más años de edad. Sin embargo, el conocimiento y la prevención pueden reducir esas cifras, señalan los especialistas.

No obstante, con demasiada frecuencia, el público carece de esa información, dice Altagracia Chavez, M.D., del Cleveland Clinic Heart and Vascular Center. A pesar de su aparente seguridad a la hora de reconocer las señales de advertencia, un el estudio de 2007, sólo el 45% de los latinos entrevistados reconoció el dolor o malestar en el pecho como señal; apenas el 22% reconoció el dolor o malestar en uno o ambos brazos, la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago como un síntoma; y el 4% sabía que las náuseas podían indicar la existencia de problemas cardíacos.

Pero hay buenas noticias: en un segundo estudio —realizado en 2008—, los porcentajes correspondientes a esos grupos fueron, respectivamente, 55%, 31% y 6%, un salto significativo en los dos primeros casos.

Según Chavez, a la hora de prevenir, «los hispanos no están tan familiarizados con lo que es importante hacer. Tendemos a no cuidarnos tanto y, a menudo, no tenemos la misma facilidad que otros grupos poblacionales para acceder a servicios de cuidado de la salud».

Pero, de nuevo, hay aspectos positivos en los resultados de las encuestas: los latinos dicen estar dispuestos a cambiar su estilo de vida para prevenir enfermedades cardíacas. En ambos sondeos, más del 90% de los hispanos sin una enfermedad cardíaca diagnosticada dijeron estar dispuestos a ejercitarse y llevar una dieta saludable para el corazón. Y en el de 2008, fue mayor el número de entrevistados que dijeron estar dispuestos a intentar prevenir o controlar la alta presión sanguínea y la diabetes, reducir el colesterol, moderar el consumo de alcohol y dejar de fumar.

¿Conoce los síntomas?
Hispanos de 40 años y mayores que reconocieron estas señales como advertencia de enfermedades cardíacas:
55%     Dolor o malestar en el pecho
31%     Dolor o malestar (presión, tensión, ardor o sensación de pesadez) en brazos, parte superior del abdomen, espalda, cuello, mandíbula o estómago
27%     Falta de aliento
6%     Náuseas
4%     Transpiración fría repentina

Ariel E. Reboyras, un concejal de Chicago, ha incorporado algunos de esos cambios. Debido a que su madre y su tía padecieron diabetes —un serio factor de riesgo—, él se centra en la dieta, el ejercicio y los controles cardíacos rutinarios. «La idea de problemas cardíacos me asusta; creo que uno tiene que practicar lo que predica, y por eso soy un entusiasta ciclista.»

Reboyras se unió con la Alianza Nacional para la Salud de los Hispanos, el Departamento de Salud Pœblica de Chicago y otras entidades para ofrecer controles cardíacos gratuitos. Para enfatizar la importancia de la dieta y el ejercicio, desafía a sus electores a sumarse a él en un paseo en bicicleta anual.

Cómo llegar a las mujeres
«Las mujeres siguen teniendo la idea equivocada de que las enfermedades cardíacas son un problema de los hombres —señala Cristina Rabadan-Diehl, directora de programa del Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y la Sangre—. Los problemas cardíacos son también la causa número uno de muerte entre las mujeres.» Se ha verificado un aumento de casos de hipertensión descontrolada —el principal factor de riesgo de enfermedades cardíacas y derrame cerebral— entre las mujeres. Entre principios de los noventa y principios del 2000, su prevalencia creció del 17% a más del 22%.

Pero las mujeres hispanas tienden a no ser conscientes de los peligros. «Mientras que el 68% de las mujeres blancas no hispanas dice saber acerca de las enfermedades cardíacas, sólo el 29% de las hispanas lo hace», indica Rabadan-Diehl.

Nunca es demasiado tarde
Los antecedentes familiares llevaron a Alona Muñoz, de 60 años de edad, de San Antonio, al médico cuando comenzó a sentirse fatigada —otro posible síntoma—. Muñoz sabía que la enfermedad era hereditaria. Problemas cardíacos llevaron a la muerte a su padre a los 37 años, y la mayoría de sus tíos y tías han sufrido infartos o sido sometidos a cirugías de bypass. Aun así, se conmocionó cuando, a los 38 años, se enteró de que tenía múltiples arterias obstruidas. Tras sobrevivir a un cuádruple bypass y un derrame cerebral, ella ha compartido lo que ha aprendido sobre dieta y ejercicios con su hija, ahora adulta.

Entre las personas entrevistadas por AARP Segunda Juventud en 2008, el 90% de las diagnosticadas con algún problema cardíaco dijo estar intentando prevenir o controlar la alta presión sanguínea, y más de ocho de cada 10 señalaron que están haciendo lo posible para controlar sus niveles de colesterol, peso o diabetes —todos, factores de riesgo—.

Esas son cifras alentadoras, comenta Chavez. «Es importante, especialmente para los pacientes mayores, comprender que tienen que cumplir un papel clave en su propia salud. Pueden hacer una gran diferencia si se ocupan de ella. Nunca es demasiado tarde para empezar.»

Otros expertos coinciden. «Con mucha frecuencia, las personas piensan que están demasiado viejas o excedidas de peso como para hacer ejercicio, pero todos pueden hacer algo —indica Jane Delgado, presidente de la Alianza Nacional para la Salud de los Hispanos (National Alliance for Hispanic Health)—. Conseguir que la gente haga más actividad física es clave para nuestra comunidad. Muchos tienen trabajos agotadores; pero no es el tipo de actividad que ejercita sus mœsculos cardíacos. Necesitan levantarse y empezar a moverse».

Reboyras reconoce que, especialmente en los vecindarios sin grandes cadenas de supermercados, la adquisición de alimentos saludables representa un desafío. «Todo lo que tenemos son pequeñas tiendas —señala—, donde la carne magra, las frutas y verduras frescas, y los granos integrales son, generalmente, más caros.»

Mantener el corazón sano puede requerir tiempo, pero es un tiempo bien invertido. Según la doctora Chavez, siguiendo algunas reglas básicas, con frecuencia se pueden evitar las enfermedades cardíacas. Aliméntese bien, haga ejercicio y sea consciente de sus factores personales de riesgo. «Sepa cuál debería ser su presión sanguínea, conozca las cantidades de lípidos en sus análisis. Averigüe si es diabético y controle su nivel de azúcar en sangre —recomienda—. La primera línea de defensa es la prevención.»

Por Kim Fernandez

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