QUERIDÍSIMOS ABUELOS

El 80% de los niños dice que le encanta pasar el tiempo con sus abuelos, «aunque les regañen»

abuelonietoCon «índices de cariño» que llegan al 70% y 90%, la casi idílica relación de los nietos con los mayores de la casa avala la sugerencia de Mensajeros de la Paz de institucionalizar el Día de los Abuelos que la asociación ha organizado por décimo año consecutivo, esta vez en Oviedo. En 2007, el 90% de los protagonistas de la celebración se declaró encantado de su papel de cuida-nietos. Ahora es el turno de que los chiquillos se pronuncien sobre sus mayores.

El 81% de los chavales confiesa que le gusta estar con sus abuelos. Aunque no faltan matices para relativizar un poco ese «paraíso de la abuelidad», un concepto que ya busca su hueco en los diccionarios oficiales tras colarse en la terminología de quienes estudian ese sentimiento tan íntimo que sienten casi nueve millones de españoles, un millón de ellos bisabuelos. También hay matices. Las nuevas generaciones dejan vislumbrar una sociedad bastante utilitaria e infancias demasiado consentidas.

Así sucede cuando las nietos señalan lo que menos les gusta de sus abuelos, un capítulo abrumadoramente liderado por todo lo que incomoda al menor, sea que «me regaña o se enfada» (45%), sea que «me controla demasiado» (22%). Este doble disgusto aumenta con la edad, hasta llegar al 52% y 24% en el grupo de 14-17 años.

También es cierto que esos mismos chavales alérgicos a la regañina y al control aprecian muchas cosas en sus mayores, empezando por el cariño (27%); siguiendo por el cuidado y la compañía (18% y 10% respectivamente), y completándolo con las enseñanzas (13%). Todo ello trufado de sana diversión (18%).

Con poco más del 5%, el «me consienten» figura en la cola de los motivos de aprecio, lo que favorece el retrato positivo de la relación nietos-abuelos. «Darme caprichos» es algo mucho más valorado (29%) por quienes viven con sus abuelos, más incluso que el «hacer cosas con ellos» (22%), el cuidado (21%) o la compañía (19%).

«Vivir con ellos, no»

La parte «negativa» del informe aparece en el grupo donde hay convivencia (el 5% todo el año, el 11% seis meses y el 39% uno o dos meses): Al 73% le gusta vivir con ellos, pero ese sentimiento baja con la edad (92% entre 6 y 9 años, 58% entre 10 y 13) hasta invertirse entre los 14 y 17 años, cuando el 57% confiesa que «no le gusta vivir con sus abuelos».

Lo mismo sucede con los nietos que no comparten casa con ellos y les gustaría hacerlo: el 73% global baja al 42% en el grupo de 14 a 17 años, en el que el 58% prefiere un techo diferente al sus mayores. Hay más contacto con los abuelos maternos (49%) que con los paternos (31%), y el contacto es relativamente alto cuando los nietos no viven con ellos. El 30% los ve a diario; el 21%, dos o tres días a la semana. En esas relaciones intergeneracionales dominan las necesidades cotidianas (recados y paseos, comida y aseo, traslados y deberes escolares, visitas médicas), que suman el 66%. Pero también se dejan notar el juego (12%, el doble entre 6 y 9 años), la charla (8%, que se duplica a los 14-17) y la televisión (6%).

M. MEDIAVILLA

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