LAS MUJERES TIENEN PEOR SALUD QUE LOS HOMBRES.

Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que en España un alto porcentaje de anciana_by_bantonimujeres tienen una delicada salud de hierro. Entre 45 y 65 años presentan más enfermedades crónicas que los hombres y manifiestan peor salud. Sin embargo los hombres, aunque enfermen menos, sufren patologías más graves y presentan un mayor índice de mortalidad. Las mujeres viven un promedio de 6,6 años más que los varones. Su sistema inmunológico las protege mejor ante las enfermedades infecciosas. Así lo ha publicado el Informe de Salud y Género 2006.

Achaques que padecen las mujeres:

* Artrosis y problemas reumáticos
* Dolores de cabeza
* Jaquecas
* Migrañas
* Varices

Las enfermedades de origen psíquico más frecuentes en ellas son: ansiedad y depresión, y doblan en frecuencia a los hombres. El 75% de los consumidores de psicofármacos (somníferos y tranquilizantes) son mujeres.

La sobrecarga en el trabajo, los empleos repetitivos de escaso reconocimiento social y la escasez de tiempo libre están en la base de la menor salud de las mujeres. Así, la dependencia del hogar, el trabajo de cuidadoras de personas y el trabajo remunerado van mermando su salud, “sobre todo aquellas de las clases sociales más bajas y que sólo han trabajado en el ámbito doméstico. Este grupo de personas es el más vulnerable ante la enfermedad.”

Cuando una mujer va al médico y le explica problemas inespecíficos de salud, éste le acostumbra a recetar psicofármacos. A menudo la mujer somatiza estos problemas. Somatizar significa transformar los sufrimientos psíquicos en síntomas o enfermedades orgánicas (enfermedades físicas). La Organización Mundial de la Salud advierte que es un riesgo solucionar problemas sociales (las desigualdades por razón de su condición de mujer) con psicofármacos.

Las principales causas de fallecimiento de las personas maduras son los tumores (de mama en la mujer y de pulmón en el hombre) y las enfermedades circulatorias.

Los hombres son más reticentes a acudir a las consultas médicas que las mujeres, por lo que la atención sanitaria se realiza muchas veces cuando la enfermedad muestra un estado avanzado. Entre los hombres destaca la muerte por enfermedades del sistema respiratorio, la cirrosis y otras enfermedades del hígado, condicionadas todas ellas por el consumo de tabaco y alcohol de mayor incidencia en los hombres por factores de género.

Cuando un trastorno no tiene un fundamento físico (la exploración del médico o los análisis no detectan un problema orgánico), es que la mente o las condiciones de vida nos hacen enfermar. Si no se soluciona el problema, nuestro físico no puede soportar tanta presión o sufrimiento. Los fármacos pueden disminuir la intensidad del síntoma, pero con el tiempo, si no se soluciona el origen del sufrimiento, acabará por convertirse en una auténtica enfermedad.

La doctora Stella Maris Maruso, terapeuta argentina, dice que todo lo que comemos, pensamos y sentimos va tejiendo nuestra salud. Y es tajante: “hay emociones que pueden matarte. La angustia ante lo incierto, el miedo, la desesperanza, el remordimiento, la rabia… ¡Cada una tiene su bioquímica! Y es venenosa, es depresora del sistema inmunológico”

Puede leer el artículo completo en: http://www.yosoymadresoltera.com

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