España es un país rico en turismo saludable. Hasta el punto en el que existen más de 2.000 manantiales y 128 estaciones termales. Cada comunidad esconce un centro donde poder relajarnos, en ambientes de cinco estrellas, con un sinfín de actividades para disfrutar.

Las instalaciones consideradas con efectos medicinales y terapéuticos son las que se encuentran ubicadas a pie de manantial, donde el agua no han sido manipulada y están catalogadas de utilidad pública por sus componentes minero-medicinales. Las personas mayores son las que más se pueden beneficiar de las propiedades del agua, pudiéndose tratar problemas de piel, respiratorios, digestivos, cardiovasculares, urinarios y stress.

Sin ir más lejos, el Principado de Andorra se beneficia de una riqueza natural: el agua termal de los Pirineos, que convierte Andorra en un lugar privilegiado para recuperar la vitalidad y la forma con toda libertad. Allí encontramos hoteles y establecimientos privados ponen a disposición de los visitantes la posibilidad de beneficiarse plenamente de las ventajas del agua termal, rica en azufre.

El Principado cuenta con el mayor centro termolúdico del sur de Europa: Caldea.
Erigido a 1.100 m de altitud, con una arquitectura cristalina única y un decorado refinado, Caldea es un auténtico palacio de las aguas dedicado a los placeres, a las virtudes y a la belleza del elemento acuático. Con más de 31.000 m2 Caldea propone, en un entorno mineral y vegetal, una amplia gama de actividades para relajarse, divertirse y cuidar el cuerpo y la forma física. Entre sus servicios destacan los espacios acuáticos, aerobaños, hidromasaje, con jacuzzis interiores y exteriores y hasta relajación con infrarrojos.

La vila de Caldes de Montbui es otro enclave lleno de balnearios. La vila es toda una estación termal, donde destacan las Termas Romanas, declaradas como bien de interés nacional. Hace muchos años que los romanos descubrieron las propiedades saludables del termalismo. Aguas naturales y ricas de energía que sólo se encuentran en determinados lugares privilegiados, como los balnearios de Caldes, de una tradición termal que data del siglo XVIII. En la actualidad, son tres los establecimientos abiertos al público que hacen que Caldes de Montbui, sea una de las estaciones termales más importantes de todo el Estado.

En tales balnearios podemos gozar de un completo servicio de masaje (anti-stress, anticelulítico, circulatorio, capilar y facial, de chocolate…). En definitiva, una completa balneoterapia, en la que el agua es fuente de salud y de curación.

Se realizan circuitos termales de un día que incluyen piscina termal, ducha de chorro, masaje relajante de 30 min, comida, parafango de una región y ducha circular. También destacamos los circuitos romanos de un día, que incluye piscina termal, ducha circular, sauna, estimulante a la sal, pindatibet y comida.