PREVISIÓN PENSANDO EN LA JUBILACIÓN.

Los españoles son los europeos menos previsores con su jubilación. Sólo el 37% dedica recursos a preparar la jubilación. Las pensiones públicas no serán suficientes.

alarcon-jubilacionLos españoles destacan como escaladores en cuestas de fin de mes, pero nunca pasaron por buenos previsores a largo plazo. España encabeza la lista de países con mayor población anciana de la UE, pero sólo el 37% ha comenzado a preparar financieramente su jubilación, frente al 56% de media de los países europeos, según un informe elaborado por TNS, empresa de investigación de mercados, para la gestora de fondos Fidelity.

‘Es un problema de ansiedad’, reflexiona Joan Costa, investigador socioeconómico de la London School of Economics y de la Universitat de Barcelona. ‘Los españoles prefieren disfrutar el presente y ver el futuro desde lejos, como si fueran inmortales’. Los españoles no viven eternamente, aunque su longevidad es destacable. La OCDE señala que en 2050 España será el segundo país más envejecido del mundo, sólo por detrás de Japón. ‘Las pensiones públicas no serán suficientes para mantener una edad de oro que dura cada vez más años’, anota Costa. Persiste, pese a ello, una predecible estrategia muy española ante la jubilación: ni nos preocupa, ni nos importa, ni pensamos hacer nada al respecto. ‘Vemos el problema lejos, pero quien desee una buena pensión deberá planificarlo a muchos años vista’, asegura Francisco Cabrillo, catedrático de economía de la Universidad Complutense de Madrid. ‘Las pensiones son muy bajas y la tendencia indica que bajarán aún más’, coincide Costa. Los españoles continúan algo desnortados al respecto: el 58% se considera poco informado sobre el tema mientras seis de cada diez prevé que la pensión estatal irá en aumento. La frialdad de los cómputos convive con dos millones y medio de jubilados con nombre, rostro y necesidades, que viven bajo riesgo de pobreza, según el INE.

‘No pueden hacerse milagros, si no te administras bien no llegas’, relata Luisa Pérez, de 80 años y viuda desde hace 12. Luisa subsiste con una pensión de viudedad de 500 euros al mes. Y nunca se planteó medida alguna de cara a la jubilación. ‘En vida de mi marido no nos hacía falta, y ahora tampoco me interesa. No tengo edad para angustiarme’, sentencia. Aunque sí para lamentarse: ‘Vivo con lo justo. Es que a las viudas nos queda menos de la mitad de pensión, el 45%’.

‘El ejemplo de las pensiones por viudedad evidencia que el sistema es limitado’, subraya Costa. La fragilidad con que los españoles parapetan su vejez denota una confianza a contra corriente de muchos indicadores. En 2026, según la OCDE, habrá nueve millones de mayores de 65 años y Eugenio Regio, profesor honorario de economía de Esade, tiene ese año marcado con rotulador rojo: ‘En esa fecha la seguridad social puede pasar por una situación muy delicada, incluso bajo riesgo de quiebra’. El cálculo es sencillo. ‘Basta con ojear la demografía’, explica Regio. ‘Si hoy hay dos trabajadores que financian a un jubilado, mañana será un trabajador quien mantenga a dos jubilados, uno de ellos será inmigrante’. La inmigración ha insuflado oxígeno a la Seguridad Social, pero ‘a costa de asumir costes futuros que pueden desangrarla’.

España, según los expertos consultados, podrá ser el primer país europeo que sufra una crisis de pensiones. El Gobierno defiende que se están adoptando medidas ‘para garantizar al máximo los fondos’, como invertir parte del Fondo de Reserva de las pensiones en Bolsa. El panorama hace cinco años era más sombrío, aunque las mejoras de la natalidad y el empleo han mitigado el pesimismo. Estas previsiones, al basarse en proyecciones a muy largo plazo, registran fuertes cambios a raíz de pequeñas modificaciones en las condiciones de partida. ‘Quizá la sangre no llegue al río’, remarca Regio, ‘aún así es grave que la gente no sea precavida’.

Los entendidos sí lo son. ‘Abrí un fondo cuando tenía 40 años. Lo adecuado es prepararse a 25 años vista de la jubilación’, aconseja Cabrillo. Costa coincide: ‘Lo ideal es 20 o 25 años antes del retiro. Yo de momento tengo un piso: en unos años tomaré medidas’. Tener una vivienda como patrimonio es una opción muy recurrida como inversión a muy largo plazo.

Regio adopta una postura más extrema y recomienda prevenir ‘cuanto antes mejor’. ‘Se lo recomiendo a mis hijos, pero no pueden porque tienen hipotecas’. El laberinto de la economía familiar española, varada entre deudas e inmuebles, no tiene salida fácil. Aun así, la estrategia de ahorro debe revisarse: ‘Cuando llega la jubilación, ya es demasiado tarde’, lamenta Regio.

EUROPA. Diferentes escenarios para afrontar el retiro

• Alemania es uno de los países más preocupados por la jubilación y, por ende, uno de los mejor preparados. Desde 1992 el Gobierno ha realizado varias reformas para evitar la crisis de las pensiones. El Bundestag acordó en marzo elevar la edad de jubilación de 65 a 67 años.

• Francia es políticamente consciente de que las pensiones no bastarán para sufragar las jubilaciones; pero el tema no entra entre sus prioridades. El sistema deposita la responsabilidad en sus ciudadanos, quienes deben guardarse las espaldas por cuenta propia.

• Italia está ante un panorama confuso. La transición hacia un sistema de contribuciones definidas no finalizará hasta 2035. Pese a que el tema está en la agenda política, la preparación de los italianos, que confían en la ayuda del Estado, es más bien reducida.

• Holanda cuenta con un importante apoyo del Estado y de las empresas. La población invierte en planes ofrecidos por sus compañías, que muchas veces son obligatorios. Como consecuencia, los fondos holandeses están entre los mejor financiados de toda Europa.

Proyectar un futuro a medida

1. Cálculo de la cifra. La aportación a un fondo de pensiones debería decidirse en función de cuánto voy a necesitar para la jubilación que querría. Por tanto, el primer paso es planificar el retiro y después se verá si el actual volumen de ingresos puede permitir el ahorro necesario.

2. Un ojo puesto en el mañana. Una buena previsión puede ser mucho más eficaz que vivir comprando los productos de financiación en oferta. Una de las prioridades es deshacerse de la deuda con intereses elevados. Otra arma eficaz es establecer una disciplina de ahorro ajustada a la realidad y cuánto antes mejor.

3. Estrategia equilibrada. Los errores más comunes a la hora de preparar la jubilación son una estrategia exageradamente cautelosa o desmesuradamente arriesgada. Apueste por un programa con una asignación de activos dinámica que se adecúe a la edad del inversor, de forma que se gestione automáticamente.

4. Divida y vencerá. Existen infinidad de posibilidades, pero el común de los mortales las desconoce. Busque asesoramiento para diversificar en distintos vehículos de inversión: una cesta de diferentes productos bien seleccionados es la combinación más apropiada.

5. La jubilación no termina en los 65. Muchos planes de rentas no consideran los riesgos e imprevistos que afrontarán los jubilados durante el resto de sus vidas. El retiro es largo y aspectos como la inflación y la asistencia sanitaria requieren una atención especial. Al jubilarse es importante haber establecido un plan de ingresos que tenga en cuenta, en lo posible, cualquier tipo de contingencia personal o de la economía.

Ferran Balsells – Cinco Dias

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