LOS HUESOS: OSTEOPOROSIS Y ARTROSIS


huesos

Una de las principales dolencias de los mayores son     los problemas osteoarticulares. El déficit de calcio en la alimentación durante la etapa de crecimiento favorece la descalcificación y la aparición de osteoporosis.

La osteoporosis
El envejecimiento óseo comienza a partir de los 40 años en la mujer y algo más tarde en el hombre. La osteoporosis es la enfermedad ósea más frecuente en las personas mayores. Afecta a todos los huesos y supone un desequilibrio entre el proceso de formación y el proceso de reabsorción ósea.
La osteoporosis es una enfermedad silente, durante muchos años no produce ninguna sintomatología. El motivo de consulta más frecuente suele ser el dolor de espalda y lumbar, producido por aplastamientos vertebrales. En otras ocasiones se manifiesta a través de una fractura ( en la cadera o muñecas, sobre todo).
La osteoporosis se puede prevenir mediante la actividad física, el ejercicio moderado ( paseos) que ayudan a evitar la destrucción ósea. Las personas que llevan una vida más sedentaria padecen más esta enfermedad y, por lo tanto, presentan mayor riesgo de padecer fracturas. Además, hay determinadas sustancias que favorecen la destrucción ósea y que, por tanto, conviene evitar: café, alcohol y tabaco.
La artrosis
La artrosis es el motivo de consulta más frecuente en la reumatología. El dolor es el primer síntoma de la enfermedad. A continuación aparece una rigidez característica de unos 15 minutos que desaparece con el ejercicio. Según progresa la artrosis, el dolor incrementa su intensidad y se acompaña de deformidades articulares, con lo que disminuye la movilidad.
La enfermedad afecta por igual a ambos sexos, si bien por debajo de los 45 años es más frecuente en varones, mientras que por encima de los 55 predomina en las mujeres. Hay algunos tipos de artrosis con rasgos hereditarios (en especial los localizados en las articulaciones de las manos). Hay factores asociados a la enfermedad: determinadas enfermedades ( gota, artritis reumatoide), ciertas profesiones ( bailarina, fontanero) o haber sufrido accidentes previos a nivel de las articulaciones.
Hasta la fecha no hay tratamiento curativo. Existen numerosos fármacos antinflamatorios, a los que sólo conviene recurrir bajo prescripción médica, y , sobre todo, es importante la disminución de peso, que ayudará a paliar los problemas en las articulaciones inferior.

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