Pese a que la necesidad de energía es menor en las personas mayores debido a una reducción de su actividad física, no pasa lo mismo con su necesidad de nutrientes, mayor que en personas jóvenes.
Consideraciones generales
Pese a que los factores genéticos juegan un papel determinante en la expectativa de vida, la dieta y la nutrición contribuyen decisivamente a aumentar la calidad de vida de los mayores, y a prevenir y tratar numerosas enfermedades que les afectan.
Una alimentación adecuada contribuye a preservar a las personas mayores de la pérdida de tejidos y funciones orgánicas, de enfermedades crónicas degenerativas, etc.
Pese a que la necesidad de energía es menor en las personas mayores debido a una reducción de su actividad física, no pasa lo mismo con su necesidad de nutrientes, mayor que en personas jóvenes.
Recomendaciones
En las personas de edad avanzada es importante:
– Realizar actividad física acorde con las posibilidades individuales. La actividad física en personas mayores contribuye a disminuir la pérdida de masa ósea y el riesgo de diabetes, mejorando la función cardiovascular, y la masa y fuerza muscular.
– Prevenir o reducir la incidencia de la obesidad. Realizando actividad física y reduciendo el consumo de grasa saturada. Es importante dar prioridad a los platos tradicionales de nuestra cocina como las legumbres, vegetales y pescado.
– Beber agua a intervalos regulares aunque no se tenga sed.
– Moderar el consumo de azúcar y no usar mucha sal.
– Consumir grasas cardiosaludables, preferentemente aceite de oliva virgen y omega 3.
– Evitar el tabaco y el consumo de bebidas alcohólicas.
Fuente: pulevasalud