Según la National Sleep Foundation, el insomnio, la queja más común sobre el sueño, afecta aproximadamente al 48 por ciento de los adultos mayores,

Los adultos mayores deberían dormir entre siete y ocho horas cada noche, pero muchos informan que tienen dificultades para quedarse dormidos y duermen menos de lo que necesitan. Entre los problemas relacionados con la falta de sueño se encuentran problemas de memoria y atención, estados de ánimo deprimidos, somnolencia diurna excesiva, más caídas durante la noche y dependencia de medicamentos para el sueño de venta libre o con receta.

Cuando una persona de mayor edad está teniendo problemas de sueño, no debería pensar que esto forma parte inevitable del envejecimiento.

Lo primero es hablarlo con el medico de cabecera y en caso necesario visitar un somnólogo (especialista en los trastornos del sueño)  pues hoy en día existe  tratamientos  muy efectivos para solucionar estos problemas que de no atenderlos debidamente y en sus principios, nos pueden llevar a situaciones de consecuencias  irreversibles.