HACERNOS MAYORES: ENVEJECER CON ALEGRIA

Vivimos nuestra vida intensamente, a toda velocidad y, mientras crecemos en nuestra profesión, en nuestra alegria1vida personal parece que nos olvidamos que nosotros también crecemos y que envejecemos. Cuando llega el momento de jubilarnos, cunado tenemos nietos, aparecen las enfermedades o malestares propios de la personas mayores, es cuando nos damos cuenta «de golpe» que ya no somos jóvenes, que el reloj biológico marca más que el jovencito que tenemos en el espíritu. Muchas personas viven verdaderas crisis peronales al darse cuenta de ello.

El envejecimiento es un proceso natural en los seres vivos. La ciencia no puede evitar el envejecimiento pero sí nos ayuda en las enfermedades y la prevención sanitaria. Es, muchas veces, un período difícil de sobrellevar por la falta de referente de los mayores, porque estamos más solos y los achaques son más frecuentes. no trabajar, tener menos relaciones sociales, la muerte de seres queridos que se han hecho mayores, nos crea una sensación de melancolía, un temor a la muerte que está más cercana.
Los cambios que experimentamos
Los cambios a nivel físico y psicológico se van pruciendo de manera paulatina, gradual. Es posible vivir bien y disfrutar de la vida. Muchas personas que han pasado los 60 años consideran que disfrutan de la vida más que cuando eran jóvenes y que vale la pena llegar a esa edad.

En nuestro cuerpo sentiremos los primeros cambios, es por eso que es muy saludable hacer ejercicio, caminar, reunirse en grupo con personas de nuestra edad y aprovechar para hacer un poco de gimnasia acorde a nuestras necesidades. Cuidar las posturas y la alimentación es, también, una buena medida para cuidarnos más. El yoga es una buena alternativa de relajación y de estiramiento para mantener el cuerpo en condiciones sin exigirle demasiado.

Mantener una elevada actividad intelectual, leer el periódico todos los días, los libros, ejercitar la memoria, pintar o escribir, nos permitirá disfrutar durante muchísimos años de agilidad y lucidez mental. La curiosidad por saber y por estar al día son signo de juventud y de alegría de vivir.

Debemos esforzarnos por controlar nuestras emociones y sentimeintos negativos que llegarán pero podemos controlarnos para que no nos dañen. Debemos enfrentarlos con pensamientos positivos, energías que nos permitan minimizar las cosas que creemos que están mal y seguir adelante con alegría.

Nuestra relación con los demás
Relacionarnos con nuestros hijos, nietos, sobrinos, amigos de diferentes edades, nos permitirá mantener la mente ágil, estar en contacto con la realidad y aprenderemos a ser más tolerantes y relajados. Formar parte de un grupo de caminatas, de tenis para veteranos, de lectura, todo sirve para mantnernos activos y felices disfrutando del tiempo que nos toca vivir.

Los viajes son una manera más de relajarnos, de conocer gente y otros lugares, aprovechando que disponemos de más tiempo libre. El viaje soñado o pequeños viajes acordes con nuestro bolsillo, un paseo a lugares cercanos, un spa…

Si podemos vivir solos en nuestra casa, lo haremos y disfrutaremos de nuestra soledad. Puede que nuestros hijos quieran que vivamos con ellos o puede que no sea posible y tengamos que vivir en una residencia. Debemos verlo como una opción más donde estaremos bien atendidos, seguros y con más personas en nuestra situación. No siempre significa que nos abandonan o no nos quieren, además podemos salir con normalidad, pasear, recibir amigos, etc.

En definitiva, una actitud positiva y afrontar la vida dia a dia con alegria, es una buena garantia para envejecer, salvaguardando nuestra integridad y dignidad hasta el último suspiro.

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