COSAS DE LA EDAD

Al transcurrir de los años,
según va pasando el tiempo,
a pesar de la soberbia,
me veo más imperfecto.

Van creciendo los errores
y las manías que tengo,
mientras que menos aguanto
de los demás los defectos.

Sin embargo, es paradoja
que con asombro compruebo,
que cada vez necesito
más ternura y más afecto;

que la gente me disculpe
lo que ni yo mismo entiendo
y que sean tolerantes
en lo que yo soy severo.

¡Hay que ver qué cosas pasan
cuando se va para viejo!.
¡A los demás les exijo
aquello que no comprendo!

José García Velázquez
Segovia, 24 de julio de 2007

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