Hay actitudes muy sencillas que favorecen enormemente la comunicación con una persona con dificultades de oído y que la ayudarán a salir de su aislamiento:
- Antes de hablarle, llamar su atención
- Vigilar que no haya obstáculos entre el rostro del interlocutor y el suyo
- Mirar a la persona de frente
- Procurar eliminar, en la medida de lo posible, los ruidos de fondo
- Evitar comer, caminar o fumar cuando uno se dirige a la persona con dificultades de audición
- Hablar con claridad y a ritmo medio
- Gesticular para que las palabras sean más explícitas
- Si una frase no se ha entendido bien, o lo parece, volver a enunciarla
- Mostrarse tranquilo y ser paciente
- En caso de mala comunicación, pedir a la persona con deficiencia auditiva que sugiera los medios para mejorarla.