Archivo de la categoría: Residencias geriatricas

HACIA OTRO MODELO RESIDENCIAL

Un grupo estatal integrado por  una veintena de expertos y expertas de diferentes 144232739_97e835e9c5profesiones, comunidades autónomas  y procedencias (sector público y privado) constituido desde finales del 2008 a propuesta del IMSERSO, tiene como cometido analizar el actual modelo de residencias para la atención de las personas mayores en España y elaborar un documento que siente las bases de la calidad de un nuevo enfoque para los alojamientos de las personas mayores que por su situación de dependencia ya no puedan seguir viviendo en sus hogares.
El punto de partida es el reconocimiento de que el actual e imperante modelo de residencias en nuestro país no responde a los deseos de las personas ni posibilita un trabajo de mejora de la calidad de vida de las mismas. Las personas mayores y las familias acuden a las residencias cuando no queda más remedio pero son  lugares no deseados. Y esta percepción tiene que ver, en gran parte, con cómo  hoy en día se siguen construyendo y organizando las residencias en nuestro país:  centros de capacidad elevada (es frecuente los centros que albergan 100 o incluso más plazas) que funcionan a modo de instituciones donde las normas, la atención uniforme, la insuficiente privacidad,  la organización de la atención centrada en el procedimiento y en las condiciones laborales, priman sobre la atención personalizada, la libertad personal, las costumbres y los deseos de las personas. Levantarse y acostarse a una misma hora (habitualmente pronto), compartir habitación, tener reducida su libertad para hacer lo que uno quiere por falta de personal o por el argumento de su seguridad, son dificultades cotidianas que caracterizan nuestras residencias, independientemente de que cumplan los metros, los servicios básicos de atención o las ratios de profesionales exigidos en las normativas vigentes.
Hay que destacar que el debate de redefinición del modelo residencial hace años que se inició en otros países. Por ese motivo se ha creído necesario tener en cuenta  para definir un nuevo modelo de atención residencial, algunas  experiencias internacionales y determinar qué particularidades de: Suecia, Dinamarca, Alemania, Francia y Gran Bretaña,  pueden ser aplicables y útiles en el contexto español.
En los países nórdicos hace años que ni se construye ni tan siquiera se habla de residencias (en Dinamarca se han prohibido por  Ley  en el año 1987). El modelo residencial está amortizado por considerarse que no resulta adecuado para atender a las personas mayores favoreciendo su calidad de vida. La  apuesta en estos países para las personas mayores que necesitan cuidados y tienen que dejar su hogar, se dirige hacia lo que se viene denominando alojamientos con apoyos (apartamentos con servicios o pequeñas unidades de convivencia para las personas con deterioro cognitivo)  donde además de prestar cuidados y servicios de atención personal se garantiza la privacidad, la independencia, y el que la persona, independientemente de su grado de deterioro, pueda seguir con sus costumbres, con su ritmo de vida, cumpliendo sus deseos,  y  en la medida de sus capacidades, ejerciendo el control de su propia vida.
Este  grupo   de expertos se vienen reuniendo y trabajando en red, con el  objetivo de  sentar las bases de un modelo de calidad en los centros de alojamiento para personas mayores de modo que éstos estén orientados realmente a las personas que en ellos viven. Alternativas de alojamiento donde la privacidad, la elección sobre cuestiones básicas de la vida diaria (a qué hora me levanto o me acuesto, cómo se me atiende, qué quiero hacer hoy, con quién voy a estar o no estar…) y la flexibilidad sean posibles. Lugares de continuidad de vida propia integrados en la comunidad, donde las familias y allegados tengan espacio y papel.
El reto no es sencillo: ofrecer un marco que permita conjugar calidad (pero calidad pensada desde la persona y no desde la organización) con sostenibilidad de los recursos.
Resistencias al cambio  existen. Pero que nadie lo dude.  Necesitamos  mirar a Europa, España más que otros países. Ahora es el momento del tránsito hacia otro modelo residencial. Momento de no conformarnos con lo que ya existe. Pensando en las personas y pensando con las personas.
Gabriel Gallardo

PISOS TUTELADOS PARA LAS PERSONAS MAYORES

En la sociedad actual no tenemos tiempo para nada. El trabajo, los hijos, sobrecargados por las ocupaciones 9gque nos vienen o nos buscamos, pero ¿ y nuestros mayores?.Cada día, afortunadamente, vivimos más y mejor, pero cuando acaba la vida laboral, surge el problema de los padres que no pueden estar solos y quieren seguir llevando su vida normal. Para estos casos, existe la opción de los pisos tutelados.
Con estos pisos se persigue facilitar el desarrollo de una vida autónoma el mayor tiempo posible y evitar la institucionalización de las personas mayores.
Ante la realidad del envejecimiento de la población española ( el 18% es mayor de 65 años), a principios de los años ochenta surgieron  los apartamentos tutelados para mayores, viviendas de una plaza, dos o tres, que pueden adquirirse (generalmente a través de la oferta privada) o bien alquilarse (en su mayoría, de gestión pública).
El fin principal de estas construcciones es proporcionar alojamiento y supervisión a las personas mayores que carecen de vivienda o que habitan en pisos cuyas condiciones no son adecuadas.
Los apartamentos tutelados son las viviendas destinadas a personas mayores que se puedan valer por sí mismas. Son pequeñas unidades de alojamiento o convivencia. Lo normal es que estén supervisados por una entidad de servicios sociales, tanto de carácter público como privado, que se encarga de atender las necesidades de sus inquilinos.
Lo que se pretende es que las personas que los habitan permanezcan en su entorno habitual, mientras se valgan por sí mismas, y que puedan adquirirlos tanto en propiedad como en régimen de alquiler.
Además, se puede pagar otro tipo de servicios complementarios, que son ofertados por la entidad gestora e incluyen el servicio de comedor, lavado de ropa, atención sanitaria, limpieza de zonas privadas o gimnasio. Existen numerosas opciones , pueden ser individuales, dobles o, incluso, triples, y pueden estar compartidos por matrimonios, amigos o parejas con un hijo mayor o dependiente.
Los pisos tutelados están pensados para alojar a personas con dificultades económicas, familiares o sociales, que pagan una tarifa periódica, en función de sus posibilidades, para sufragar los gastos de alojamiento, tutela, supervisión, seguridad, mantenimiento de zonas comunes e información.
En otra linea, o sea , para personas con mayor poder adquisitivo, existen las llamadas “Ciudades de Tercera Edad” (como Ciudad Patricia en Benidorm), complejos residenciales para mayores, urbanizaciones para jubilados españoles, europeos y asiáticos, pisos tutelados en primera línea de playa para personas de edad con buen estado de salud y todo tipo de edificaciones pensados para las personas mayores.
Todo lo que sea conveniente para nuestros mayores, para que puedan vivir con una calidad de vida como la que tenían antes, siempre será bienvenido.

por Alba

RESIDENCIAS TERCERA EDAD. CÓMO ESCOGER LA MÁS ADECUADA

El ritmo de vida actual impide que podamos atender debidamente a nuestros mayores, más aún si ellos han dejado de 112valerse por si mismos. En estos casos, recurrir a una residencia puede constituir la mejor solución para ambas partes. Éstas son las claves para escoger la más adecuada.

Las residencias son centros de alojamiento cuya función principal es la de sustituir al hogar, proporcionando a sus usuarios una atención integral. Según la especialidad y categoría del centro se ofrecen diferentes servicios. Entre sus condiciones mínimas reguladas por decreto destacan: el establecer un programa anual de actividades, un sistema democrático de participación de los usuarios, y una correcta atención médica. De hecho la mayoría de centros cuenta también con un terapeuta ocupacional, un fisioterapeuta y un experto en nutrición gerontológico. Además múltiples residencias contemplan la posibilidad de utilizar todos sus servicios durante el día, excepto el de pernoctar (Centros de día), y varias comunidades autónomas ofrecen la posibilidad de que sus mayores puedan pasar estancias cortas (semanas o días) en residencias durante los periodos vacacionales, mediante programas especiales, como por ejemplo el Bono Respiro de la Comunidad Valenciana.

¿Pública?
Antes de elegir residencia es necesario informarse debidamente sobre los requisitos de acceso, sus normas reguladoras y sobre quien recae la tutela e inspección.

Optar por una residencia pública no es tarea fácil, en primer lugar porque su número es muy reducido frente a las privadas y en segundo porque los requisitos de entrada son muy excluyentes. Hasta hace poco tiempo el criterio principal para establecer el acceso era la pensión percibida por el solicitante, esto suponía la exclusión de muchos pensionistas que si superaban el máximo exigido, pero que con sus ingresos no podían costearse una residencia privada. Para evitar esta discriminación se decidió cambiar el baremo y valorar prioritariamente las necesidades asistenciales de los ancianos. Así, las residencias pueden ser para válidos (personas capaces de realizar tareas cotidianas); para asistidos (que necesitan del cuidado y la vigilancia de terceros) y mixtas. Quedando excluidas del sistema aquellas personas con enfermedades crónicas o infecto-contagiosas que requieran de asistencia hospitalaria

¿Privada?
Las residencias privadas en España pueden ser con ánimo de lucro o sin él. La mayor parte de las primeras se engloban dentro de la Federación Nacional de Residencias Privadas de la Tercera Edad (FNRPTE), mientras el pequeño grupo formado por las segundas pertenece a las Organizaciones No Gubernamentales y a diferentes órdenes religiosas que consiguen su financiación mediante legados y donativos. Los principales problemas a los que se enfrentan los centros privados son la proliferación de centros ilegales y la falta de catalogación, es decir, la falta de un método clasificador propio, similar a las estrellas de los hoteles. Algo que desde el pasado 18 de diciembre si se hace por ejemplo en los EE.UU. a través de la página Web de Medicare, que establece una clasificación tras examinar las medidas de calidad, la preparación del personal y los informes de la Inspección de Sanidad.

Para comprobar la legalidad de un centro hay que cerciorarse de que cuenta con el documento de autorización administrativa emitido por la comunidad autónoma correspondiente, el cual ha de estar expuesto en un lugar visible junto a una lista de precios máximos autorizada y puesta al día. Además, toda residencia tiene que contar con un modelo de contrato propio (con todas sus condiciones claramente definidas), en el cual ha de constar también que en ningún caso admitirá a residentes que no acepten libremente su traslado.

Tanto si optas por una residencia pública como si lo haces por una privada, recuerda que conviene realizar una visita antes del ingreso con el fin de analizar la ubicación, si el edificio y el mobiliario son ergonómicos, poder valorar in situ al resto de residentes y personal encargado, informarse sobre los medios humanos y técnicos con que cuenta, evaluar la asistencia sanitaria que ofrece e incluso hablar con familiares de residentes para poder hacer una valoración más precisa. Por último, resulta conveniente pedir una copia del reglamento interno y leer detenidamente todas las cláusulas del contrato antes de firmarlo. Asegúrate de estar en las mejores manos.

Centros de día
La Ley de Dependencia, que acaba de cumplir su segundo aniversario, ha supuesto un gran impulso para los Centros de día. Dicha normativa establece una serie de servicios de carácter prioritario que se han de ofrecer a través de centros públicos o privados debidamente acreditados.

Por ello, cuando exista una total aplicación de la ley, es previsible que el número de centros crezca exponencialmente y se incremente la competencia entre ellos, redundando en una mayor calidad. A día de hoy, existen unas 48.000 plazas a nivel nacional, de las cuales el 64% son de carácter privado.

Indicios de Calidad

* Los residentes pueden organizar sus propias actividades y se tienen en cuenta sus opiniones y su privacidad sin que sus relaciones afectivas sean motivo de burla.
* Se percibe tranquilidad y silencio en las habitaciones que están convenientemente separadas de las zonas comunes.
* El aire en el interior es limpio, el ambiente no está cargado, no hay olores desagradables y los residentes están bien aseados.
* Los usuarios tienen un acceso continuo al personal, que está cerca y pendiente sin ser pesados.
* Los menús expuestos con antelación suficiente y responden adecuadamente a las necesidades especiales de cada mayor.

Ancianos sin complejos

La primera residencia para ancianos homosexuales de Europa se inauguró en enero de 2008 en Berlín. Su objetivo es el de atender las necesidades de hombres y mujeres que mantienen relaciones sentimentales con personas del mismo sexo. La nueva residencia, que ocupa una planta completa del centro geriátrico Astra Nielsen, en el barrio berlinés de Pankow, tiene 28 plazas repartidas en habitaciones individuales y dobles, que pueden ser ocupadas por parejas tanto de hombres como de mujeres, a las que también les está permitido llevar a sus mascotas.

Genma Paz
Artículo publicado por la Revista Salud Plus
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