Archivo de la categoría: Poesía para mayores

DIME AMOR


¿Qué harás?

Si sobrevivo sin ti a la furia de la noche,
y desnuda atravieso entre balas
este campo minado de recuerdos,
si descubro un aljibe de amor en el desierto
y a solas bebo en la noria de las ansias.

¿Qué pasará amor?

Si mis pies a seguir tu huella se afanan
y mis manos en perseguir hojas al viento,
si convierto atormentadas nubes en llovizna
y desquebrajadas olas en manso huracán.
Si mi voz repite que te amo en la penumbra,
y tus besos es lo único que quiero.
Si busco tu nombre en el sueño que se extingue
y tu aroma de violetas mientras duermo.
Si al probar la madurez de mis mares
tus labios enmudecen de ternura
y de tanto amor se desorientan las gaviotas
que descubren al vuelo el secreto que nos une.

¿Qué ganaría?

Por coser atardeceres al diván de tu regazo
ofreciendo devorar a besos la nostalgia
mientras someto torbellinos corazón adentro.
Si vendiera como espejo mi rostro en el mercado
y dibujara tu imagen en el corazón de mis entrañas
para que pueda este poema soportar tanto tormento.

¿Cómo continuar?

Ahora que la ausencia es la única que ama
en esta soledad congelada de suspiros.
Si no hay más desiertos ni lluvia en mi alma
y tu recuerdo es oscuridad sobre mis ojos.
¡Dime amor cómo recuperarte!…
Tal vez regando mi piel por los caminos
hasta ser cadáver mezclada con tus huesos.

Lina Zeron

CREATIVIDAD

Si conozco algún suceso

para el hombre decisivo,

que en la vida tenga peso,

es el proceso creativo.

Es responsable de avances

en el arte y en las ciencias,

porque permite que alcance

la mente más altas metas.

Pero siempre es necesario

pensamiento positivo,

que permanezca a dïario

a lo nuevo receptivo.

Que no hay cosa más aciaga

y que más nos entorpezca,

tanto el cuerpo como el alma,

que vivir en la tristeza.

José García Velázquez

Segovia, 19 de enero de 2007

VIAJE A FANTASÍA


En el tranquilo ocaso
viajo con la poesía
hasta lugares mágicos
del reino de Fantasía.
Sentado en la tumbona,
sin pasar a la acción,
voy de neurona en neurona
con la imaginación.
Vuelvo a los días tiernos,
felices, de mi infancia,
que quedan ya muy lejos
y apenas recordaba,
guiado por aromas
que me son familiares
y me acercan personas
que ya no son reales.
Me encuentro en los rincones
perdidos del cerebro
con brujas y dragones
y princesas de cuento.
Combino los colores
con notas musicales
y mezclo los olores
con adornos florales.
Un vuelo imaginario
me lleva hasta el lugar
donde seres extraños
parecen descansar,
a salvo de miradas
curiosas y agresivas,
lejos de las palabras
perversas y ofensivas.
Aquí todo es amable
y se respira amor.
¡Si fuera perdurable
lo que en sueños se vio!.

José García Velázquez
Segovia, 25 de septiembre de 2007