Archivo de la categoría: Economia

GENERACIONES : TERCERA EDAD

billetesTus padres y abuelos pueden ser vulnerables a estafas y malas decisiones financieras, pero tú puedes hacer mucho por evitarlo

Si para tantos jóvenes es difícil mantener en orden su situación financiera hoy día, mucho más complicado es para las personas ancianas, quienes en muchos casos se enfrentan a la pérdida de la vista, del oído, de la memoria. Todo esto, sumado a la falta de un ingreso fijo y a las complicadas opciones para inversión, puede dar pie a resultados catastróficos en sus finanzas.

La realidad es que nuestros ancianos están en una posición muy vulnerable cuando se trata de su dinero, sobre todo los viejitos hispanos, quienes en muchas ocasiones tienen que enfrentar también la barrera del idioma a la hora de pagar sus cuentas y organizar sus ahorros. Si tienes padres o abuelos de edad avanzada, seguro que sabes que no es fácil tocar el tema del dinero con las personas mayores.

Pero te aseguro que es mucho más fácil hablar con ellos que tener que verlos perder el dinero que han ahorrado por años al tomar una mala decisión o al confiar en una persona que abusó de su inocencia y de su avanzada edad. Por eso, siéntate con tu mamá, con tu papá, con tus abuelos o parientes ancianos y habla del importantísimo tema del dinero. Déjales claro que tu intención es asegurar su independencia y su estabilidad financiera para el resto de su vida. La recompensa será tu tranquilidad y la de ellos.

Si notas que hay sobres sin abrir en la casa de tus padres o abuelos, o que de pronto se quedan sin servicio de luz por falta de pago, es hora de hablar con ellos. Es posible que hayan olvidado pagar algunas cuentas y tú puedes ayudarlos a establecer un plan de pagos.

Será más fácil abordar el tema junto a alguien más de la familia o un amigo. Y siempre es de utilidad alertar a alguien más sobre la situación vulnerable en la que se encuentra una persona anciana.

Tal vez sea difícil al principio, así que ayúdate con ejemplos: menciona el caso de alguna estafa que haya aparecido en las noticias, o háblales de las situaciones de los padres de tus amigos.

Tus padres o abuelos seguramente tienen que hacer declaraciones de impuestos y lo mejor es contratar a un contador recomendado para que se haga cargo de este engorroso trámite.

Por desgracia muchas organizaciones de caridad (algunas de ellas legítimas y muchas de ellas no) tienen en los ancianos a sus principales proveedores de fondos. Así que asegúrate que el teléfono esté en la lista de números que rechazan este tipo de llamadas, inscríbelo en la página www.donotcall.gov.

Sea cual sea el acuerdo al que llegues, ponlo por escrito, de esa manera tu ser querido podrá tener un documento (aunque sea informal) para leer cada vez que tenga una duda.

Por este medio, muchos ancianos reciben atractivas ofertas de viajes y cenas gratis que en realidad son un gancho para venderles algo que no necesitan. Si encuentras este tipo de correspondencia habla con ellos sobre lo caro que puede salir la “cena gratis”.

No sabes lo frecuentes que son las historias de robo por parte de los cuidadores, empleadas domésticas, jardineros u otros proveedores de servicios. Trata de verificar que sean personas de confianza y recomendadas.

Aunque esto pueda resultar algo molesto para tus seres queridos e incluso para ti, nada es más molesto que ver desaparecer los ahorros de años y la independencia de aquellos viejitos a quien tanto quieres. ¡Está en tus manos ayudarlos!

La Opinión

VIVIENDA Y FUTURO – EL MERCADO EMERGENTE DE LA TERCERA EDAD

La población española envejece a pasos agigantados, sin embargo pocos empresarios de este país llegan a percatarse de ello, no están llegando al mercado productos y servicios para el mercado de la tercera edad en la proporción que era de esperar. Este segmento es actualmente el que más crece, tanto en número, como en capacidad de consumo.

Una  necesidad que están sintiendo es la de una oferta de viviendas adecuadas. No se trata solamente de crear carísimos geriátricos  o mas sencillos, sino espacios residenciales especialmente diseñados, no para inválidos, sino para personas mayores, donde el entorno, los servicios y el ocio, están pensado para que personas sesentonas, pero en aceptable estado físico y mental encuentren un lugar adecuado a su situación,   que no son solo una viviendas, sino un área residencial, dicho en el lenguaje del marketing inmobiliario un “resort” con los servicios adecuados a personas mayores, autónomas y capaces, pero con posibles achaques del edad, para que puedan continuar realizando su vida normal, con un mínimo de ayuda externa, si el entorno ha sido diseñado teniendo en cuenta su situación.

Algún mega complejo vacacional, aumentaría sus posibilidad de éxito si en vez de haberlo enfocarlo a los cuarentones, se hubiera diseñado para que las personas jubiladas, vivieran de forma estable o en vacaciones.
Que este mercado es rentable, no hay la menor duda. Basta darse una vuelta por Benidorm en invierno y ver los “turistas” que lo mantiene en marcha, sesentones y nacionales, y fijarse en las proyecciones demográficas, donde se observa que en especial la mujer mayor es el segmento de población que crece espectacularmente.

Abundarán los clientes, pues tiene algo único, tiempo, y pese a no tener excesivos ingresos, son mayores que antes y se los pueden gastar en ellos, algo que los más jovenes, aunque tengan mayores ingresos, no pueden, pues los comparten con sus hijos y con el pago de la vivienda, que los viejos ya tiene pagada. De ahí la abundancia de los tópicos autobuses del INSERSO.

Copio un fragmento de las previsiones del INE. “Al igual que el resto de países del entorno europeo, la población española está experimentando un importante proceso de envejecimiento Las causas que han propiciado el envejecimiento de la población son el descenso de la fecundidad y de la mortalidad Así, en lo que a la fecundidad se refiere la proporción de menores de 20 años ha disminuido pasando de valores superiores al 30% en 1970, al 20% en el año 2003. En el caso de la mortalidad, el peso relativo de personas mayores de 65 años ha crecido desde un valor próximo al 10% en 1970 hasta un 17,22% en el año 2003. Previsiblemente, la estructura envejecida de la población española no haga sino consolidarse en las próximas décadas.”

Via Instituto de Nacional de Estadisticas

LOS ADULTOS MAYORES, ¿son una carga económica para la sociedad?

2trabajLos adultos mayores hacen grandes aportaciones al desarrollo económico de sus sociedades, pero aún así pervive el mito de que en los años venideros, las sociedades no podrán solventar el suministro de apoyo económico y atención de salud a los adultos mayores

Dos hechos paralelos alimentan ese mito. Uno de esos hechos es el reconocimiento, cada vez más claro, del gran número de ciudadanos que en este milenio vivirán hasta edades más avanzadas.
El segundo mayor hincapié que se está haciendo en las fuerzas del mercado en casi todo el mundo, y el debate conexo sobre el papel adecuado del estado, a la hora de brindarles a sus ciudadanos ingresos seguros y atención de salud.
En muchos países, más los industrializados, existe una preocupación creciente frente a los niveles de gasto del estado en la esfera de la protección social, y se debate si los costos correspondientes se pudiesen reducir abriendo más la protección social a la competencia del sector privado.
Es de lamentar que este debate mundial ha puesto énfasis en el costo que representa para la sociedad el suministro de pensiones y atención de salud a los adultos mayores, en lugar de ponerlo en los aportes económicos constantes y sustanciales que los ciudadanos de edad más avanzada hacen a la sociedad, y ha dado lugar difundiendo este mito; sin embargo, los hechos demuestran que ello no es reflejo fiel de la realidad.
Hay que tener en cuenta dos aspectos importantes: el trabajo y la protección brindada por las pensiones públicas.

Los adultos mayores trabajan
La mayoría de las personas de edad, en todo el mundo, siguen trabajando con o sin remuneración, haciendo aporte sustancial a la prosperidad económica de sus comunidades. No hay ninguna base económica ni biológica para la jubilación a una edad fija, con el promedio entre 60 y 65 años en los países desarrollados.
En realidad, en las economías nacionales, en las que predomina la agricultura, la mayoría de los adultos mayores, tanto hombres como mujeres, siguen trabajando en la producción agrícola hasta estar físicamente incapaces de realizar sus tareas, hecho que a menudo ocurre en una etapa muy avanzada de la vida.
A su vez, en las sociedades desarrolladas, se reconoce cada vez más ampliamente, que los adultos mayores deben tener plena libertad para trabajar todo el tiempo que deseen.
La edad no debería impedir ni obstaculizar en modo alguno los afanes de una persona para conseguir trabajo, debiendo reconocerse y recompensarse los beneficios de la edad.
En épocas de gran desempleo se ha hecho fácil alentar a las personas a dejar su empleo remunerado, a fin de liberar puestos para individuos más jóvenes que buscan trabajo; sin embargo, se ha investigado que la realidad del mercado laboral es mucho más compleja y que el retiro temprano no se traduce necesariamente en puestos para los jóvenes, quienes pueden carecer de adiestramiento o las aptitudes necesarias para reemplazar al adulto mayor.
De hecho, los trabajadores experimentados de más edad, resultan necesarios para el mantenimiento de la productividad y para que los empleadores y clientes puedan contar con la estabilidad de fuerza laboral.

Las pensiones protegen contra la pobreza
Hoy muchos adultos mayores cuentan con planes de pensión que protegen de la pobreza, y el crecimiento de esos planes de retiro se relaciona con la industrialización de las economías, la urbanización de los vínculos familiares tradicionales, y representan un enfoque colectivo para permitirles compartir recursos a las personas en edad laboral y los que ya se han retirado.
La seguridad de ingresos preocupa no solo a las personas de edad, también a sus familiares, en muchos países en desarrollo se ha dado el carácter de crítico al problema de la pobreza en los adultos mayores, mientras que antaño las familias estaban dispuestas a cuidar de sus mayores y aún en condiciones de hacerlo hoy, el mundo cambiante limita sus posibilidades para asumir esas funciones tradicionales.

Invertir en una población que envejece significa:
* Programas de aprendizaje a lo largo de toda la vida, para aumentar las posibilidades de que los adultos mayores consigan empleo.
* Eliminación de la discriminación por razones de edad en el lugar de trabajo.
* Promoción de políticas que garanticen la seguridad de ingresos, para ofrecer una protección económica adecuada a los adultos mayores, a través de planes de pensión públicas y privadas fiables.
* Acceso a una atención de salud adecuada para prevenir la pobreza debida a la mala salud.
* Adaptación de las políticas de pensiones, para aumentar al máximo las posibilidades de elección individuales y la flexibilidad del mercado laboral.

Muchos decenios de experiencia en materia de seguridad social en Europa, América del Norte, Australia, y otros países, demuestran que un enfoque colectivo para brindar ingresos seguros y atención de salud a los adultos mayores se han implementado con un buen funcionamiento.
Se calcula que en muchas sociedades industrializadas, más de la mitad de los adultos mayores caerían en la pobreza si no contaran con las prestaciones de las pensiones públicas.
La experiencia reciente también ha puesto de relieve la necesidad constante de adaptar y reajustar dichos programas, en función de condiciones socio-económicas cambiantes, como ejemplo, la edad para jubilarse, las prestaciones, etc., la capacidad de los programas de retiro se verían amenazadas.
La experiencia del siglo XX, en cuanto a la protección en el ámbito de la seguridad social, demuestra la importancia entre el nivel de ingresos y la salud.
La pobreza se relaciona con la mala salud, que junto con la incapacidad, constituye amenaza principal para la seguridad de ingresos en muchos países en desarrollo, donde la nutrición deficiente y las malas condiciones de vida, dejan a muchas personas en estado de demasiada debilidad, como para tener un volumen de producción suficiente para satisfacer sus necesidades de subsistencia.
El acceso a la atención de salud es fundamental para ayudar a los trabajadores a recuperar su capacidad laboral y asegurarse de que los niños crezcan para convertirse en adultos sanos, capaces de participar productivamente en la sociedad.
Por consiguiente, las políticas de salud, deben adoptar un enfoque basado en el ciclo de vida, que se enfrente a los problemas de salud desde su comienzo, permitiendo así que las personas envejezcan sin discapacidades ni enfermedades crónicas.
El número creciente de personas de edad que esperan recibir atención de salud y pensiones por vejez no debe ser visto como amenaza o crisis, sino que, más bien, representa una oportunidad para formular políticas que en el futuro puedan asegurar niveles de vida dignos para todos los miembros de la sociedad, tanto jóvenes como adultos mayores.
Los países deben establecer marcos estratégicos para la coordinación de reformas de salud, sociales y económicas y para aumentar el nivel de comprensión del público sobre las elecciones que hay que hacer en cuanto a políticas.
El reto más grande que se les plantea a las sociedades actuales no radica en el envejecimiento de las poblaciones, sino precisamente, en la necesidad de analizar y realizar cambios pertinentes en las políticas sanitarias, sociales y económicas.

Autoras: Adriana Saldaña Lozano, Gloria Molina Pérez