ACTIVIDADES – V Ejercicios de manos y muñecas – PARA RESIDENCIAS.

Sentados todos los participantes en un semicírculo, después de saludarlos y una breve charla, explicaremos en que consisten los ejercicios y los objetivos que perseguimos.
Primer ejercicio: No es tan fácil como parece, por ello lo realizaremos a modo de juego a la vez que despertando toda la atención. Colocamos la mano derecha sobre la rodilla derecha, con la palma hacia abajo y la mano izquierda sobre la rodilla izquierda, con la palma hacia arriba. A partir de esta posición contaremos uno, dos y tres: Y giraremos las dos manos  al mismo tiempo (La derecha palma arriba y la izquierda palma abajo). Así sucesivamente  diez o doce veces, rectificando cada ves a los que se equivocan.
Segundo ejercicio: Con los antebrazos pegados al cuerpo, nos cogemos las manos entrelazando los dedos. Las manos deben quedar un poco por debajo de la barbilla. Sin mover los brazos, inclinamos las manos hacia la derecha primero y luego hacia la izquierda. Diez veces a cada lado.
Después de descansar, con los brazos y manos en la misma posición anterior; sin mover los brazos, giramos las manos hacia abajo y luego hacia el pecho, repitiendo el movimiento diez veces  en cada sentido.
Por último y después de descansar, colocamos brazos y manos en la misma posición e imprimimos a las manos, girando las  muñecas un sentido de rotación: derecha, abajo, izquierda y hacia el pecho. Hacemos diez giros hacia la derecha y diez hacia la izquierda.

Tercer ejercicio: (Contar con los dedos) Mostrando las palmas de ambas manos y siguiendo la voz del terapeuta, tocaremos el pulpejo del dedo pulgar con el del dedo índice, luego el pulgar con el dedo corazón, luego el pulgar con el dedo anular y finalmente el pulgar con el dedo meñique. Y así vamos repitiendo, con ambas manos a la vez, mientras el terapeuta va diciendo en voz alta: Índice, corazón, anular y meñique.
Después de una docena de repeticiones, invertiremos el sentido ordenando con la voz: meñique, anular, corazón e índice. (A veces resulta conveniente remarcar los nombres de cada dedo. Podemos hacerlo explicando un motivo para cada nombre, en tono de humor: Meñique porque es el pequeño, anular  porque ponemos el anillo, corazón porque esta en el medio, índice porque es el que indicamos o señalamos y pulgar porque se utilizaba para matar pulgas).
Cuarto ejercicio: Mostramos las manos con las palmas hacia abajo. Separamos los dedos entre si lo máximo posible durante tres segundos y cerramos el puño fuertemente durante diez segundos, para luego abrir la mano y relajarla. Repetimos  cinco veces.

Objetivos: Prevenir rigideces y bloqueos articulares en nuñecas y dedos de las manos. Mantener y mejorar la coordinación de movimientos y aumentar la independencia funcional.

Galdric Calderí  – Master en Gerontología Social.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *