ACTIVIDADES – I Ejercicios respiratorios – PARA RESIDENCIAS.

Sentaremos a los participantes en un semi circulo, procurando como en todas las actividades, cambiarles la ubicación de cada uno (*).
Este es un ejercicio muy indicado para realizar al inicio de cualquier actividad (**)
Consiste en dos formas variantes de realizar una respiración profunda:
Para la primera, pediremos a los participantes que coloquen sus manos sobre las costillas y les indicaremos que muy lentamente cojan aire por la nariz y noten como se van expansionando las costillas (caja torácica), mantengan unos segundos la respiración y seguidamente expulsen el aire suavemente por la boca … y descansen.
Para la segunda,  pediremos que coloquen sus manos en el abdomen y al igual que la vez anterior, les indicaremos que muy lentamente cojan aire por la nariz y noten como se hincha el abdomen, mantengan la respiración unos segundos y apretando con las manos el abdomen, expulsen suavemente el aire por la boca y descansen.
Si vemos que tienen tendencia a solar el aire de golpe, suele dar buen resultado, indicarles que expulsen el aire suavemente emitiendo un pequeño silbido.
Estos ejercicios pueden repetirse diez veces cada uno, aun que es preferible alternar cinco veces cada uno para que resulten menos monótonos.
Objetivos: Favorecer la coordinación de movimientos y el conocimiento del cuerpo. Mejorar la respiración, activando el diafragma y potenciando la musculaturas que intervienen en el proceso respiratorio. (diafragma, músculos abdominales e intercostales).
(*) Es necesario romper la tendencia de los ancianos en sentarse siempre en los mismos lugares, para facilitar la sociabilidad del grupo.
(**) La mayor oxigenación que proporcionan estos ejercicios, suelen producir una estimulación general, muy valida para iniciar cualquier actividad.

Galdric Calderí  – Master en Gerontología Social.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *