Esta actividad se realiza como todas, sentados en emicirculo los participante y en esta más que en cualquier otra debe reinar el buen humor. Para vencer la inhibición propia de los mayores a hacer según que cosas, debe enfocarse el ejercicio como un juego donde el monitor les invita a imitarle los gestos que él hace con la cara.
Así pues predicando con el ejemplo, les pedirá que repitan los siguientes movimientos:
- Elevar las ceja durante tres segundos y volver a la posición normal, repitiendo cinco veces y descansar.
- Arrugar la frente tres segundos y relajarla. Repetirlo cinco veces y descansar
- Hinchar los carrillos todo lo posible y mantenerlos tres segundos hinchados, soltar el aire y repetirlo cinco veces. Descansar.
- Emitir un silbido (aun que no suene) durante cinco segundos, descansar y repetirlo cinco veces.
- Arrugar la nariz, durante cinco segundos y descansar. Repetirlo cinco veces.
- Abrir la boca al máximo, manteniéndola abierta tres segundos, descansar y repetirlo cinco veces.
- Mover la boca a la derecha durante tres segundos y después a la izquierda, tres segundos más. Repetirlo cinco veces a cada lado y descansar.
- Abrir al máximo los ojos durante tres segundos, luego cerrarlos fuerte tres segundos mas y descansar.
- Guiñar los ojos alternativamente, cinco veces con cada ojo.
- Apretar los dientes durante cinco segundos, descansar y repetirlo cinco veces
Podemos repetir toda la sesión otra vez. Si queremos hacerlo más divertido, dividimos el grupo en dos (Pares e impares) y de esta manera mientras unos hacen el ejercicio los otros contemplan las muecas con regocijo.
Estos ejercicios activan y potencian los músculos faciales, mejoran la circulación sanguínea de la zona y mejoran la coordinación de movimientos y la simetría corporal
Galdric Calderí – Master en gerontología social